En las elecciones de Estados Unidos, cada cuatro años los trabajadores electorales desempeñan un papel fundamental para garantizar el buen funcionamiento del proceso de votación mientras los ciudadanos eligen a su nuevo presidente, al Senado y a la Cámara de Representantes.
Estas personas, contratadas temporalmente, son responsables de diversas tareas como la instalación de equipos de votación, la verificación de la identidad de los votantes, la asistencia con las papeletas y sin duda el más crucial: el conteo de votos.
Según un reciente informe del centro de investigación estadounidense Pew Research Center, existen tres categorías principales de personal electoral:
La mayor parte del personal electoral está compuesto por trabajadores electorales, quienes son contratados para asistir durante el día de las elecciones y en los días previos. Dependiendo del estado y el condado, estos trabajadores pueden recibir diferentes títulos, como secretario electoral, juez electoral, inspector o comisionado.
Por otro lado, los funcionarios electorales son los encargados del reclutamiento y la capacitación de los trabajadores electorales, así como la supervisión de la administración electoral a lo largo del año.
Similar al sistema en Colombia con los testigos electorales, en EE. UU. también cuentan con los observadores electorales que suelen ser los representantes de partidos políticos.
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Según la misma encuesta, nueve de cada diez votantes registrados expresan confianza en los trabajadores electorales de su comunidad. Los estadounidenses cuentan con una percepción positiva de los trabajadores electorales, que los consideran más confiables que los propios funcionarios estatales encargados de dirigir las elecciones (90% frente a 81%).
Requisitos y pago para los trabajadores electorales
Los requisitos para ser trabajador electoral varían de un estado a otro, pero en general, los trabajadores deben tener al menos 18 años y estar registrados como votantes en la mayoría de los estados. Aunque algunos estados permiten que estudiantes de hasta 16 años participen bajo ciertas condiciones.
Además, los trabajadores electorales deben ser residentes del condado o distrito electoral donde trabajen, aunque en casos de escasez de voluntarios, algunos estados permiten flexibilizar esta regla.
Asimismo, en al menos 37 estados se exige que los trabajadores electorales presten un juramento para garantizar su imparcialidad y compromiso con la integridad del proceso electoral, según resumió Pew Research Center.
Con relación al pago de los trabajadores electorales, algunos estados, como Delaware, ofrecen estipendios de hasta 300 dólares por un día de trabajo, otros como Alaska pagan a sus trabajadores aproximadamente 20 dólares por hora, en Colorado reciben al menos 5 dólares por día o en Carolina del Sur, donde solicitaron un aumento de $40 dólares diarios. Los reembolsos por gastos de viaje y el pago por capacitaciones también son comunes en muchos estados.
Sin embargo, cabe resaltar que cada estado contrata una cantidad distinta de trabajadores.
Algunos individuos tienen prohibido desempeñar funciones como trabajadores electorales. Por ejemplo, además de funcionarios electos y miembros de comités de acción política, personas con ciertos antecedentes penales o que han apostado en elecciones no pueden participar.
En las elecciones presidenciales de 2022, de acuerdo con datos del centro estadounidense, aproximadamente 644,000 trabajadores electorales colaboraron en las votaciones, ya sea en persona o a través de votaciones anticipadas.