En un tono contundente, el senador Miguel Uribe afirmó que muchos de los problemas que enfrenta Bogotá actualmente son responsabilidad del presidente Gustavo Petro debido a su gestión como alcalde de la ciudad.
Uribe, quien también es precandidato presidencial, criticó decisiones de Petro en temas clave como el abastecimiento de agua y la infraestructura, calificándolo como “ignorante y mentiroso” por no priorizar obras que, según él, habrían mejorado significativamente la situación actual de la capital.
Uribe destacó la importancia de la construcción del embalse Chingaza II, un proyecto que afirmó fue rechazado durante la administración de Petro como alcalde y que hoy afectaría la capacidad de Bogotá para asegurar el suministro de agua potable a largo plazo.
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En palabras del senador, “si Petro hubiera avanzado con Chingaza II, la ciudad tendría una mayor capacidad de abastecimiento y no estaría enfrentando la situación crítica de ahora”.
El senador también planteó la necesidad de elevar la Autopista Norte para conectar los humedales Torca y Guaymaral, lo que en su opinión no sólo beneficiaría la movilidad sino que además sería una medida clave para la conservación ambiental.
Uribe subrayó que durante la administración de la Bogotá Humana, Petro no dio luz verde a esta iniciativa y afirmó que su enfoque ha sido ideológico más que técnico.
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En respuesta, el presidente Gustavo Petro defendió su visión en redes sociales, afirmando que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la Bogotá Humana, que él impulsó en 2014, incluía proyectos fundamentales para ordenar la ciudad alrededor del agua.
Petro mencionó en un trino que su POT contemplaba infraestructura de alcantarillado para captar aguas lluvias, liberar y proteger humedales, y elevar la Autonorte para establecer la reserva forestal Thomas Van deer Hammen. “Creyeron que era populismo, que no había crisis climática”, concluyó.
Uribe, por su parte, aseguró en el reciente congreso de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) en Barranquilla que el sector de la construcción ha perdido confianza en el Gobierno actual.
Señaló que esta desconfianza frenó los proyectos de vivienda, argumentando que Petro gobierna con ideología y no con gestión.