La Nueva EPS se refirió este miércoles a la publicación por parte de la senadora Paloma Valencia (Centro Democrático) de los estados financieros de esa aseguradora correspondientes al año 2023, en las que mostró las pérdidas y los pasivos, así como el gasto en servicios de salud que tuvieron.
En contexto: Pérdidas por $6,6 billones y pasivos por $11,7 billones: el desempeño de la Nueva EPS en tiempos de Petro.
Al respecto, la EPS señaló que desde abril de este año, cuando comenzó la intervención administrativa por parte de la Superintendencia de Salud, “se ha informado abiertamente a la opinión pública de las pérdidas presentadas en el 2023, por aproximadamente $5 billones, representados en un número de facturas sin procesar”.
En ese sentido, explicó que cuando inició la intervención, el agente encargado de ese proceso había advertido que los estados financieros de 2023 “no fueron entregados por la administración saliente (...) con las formalidades exigidas por la ley, hechos que puso en conocimiento a los entes de control”. Y añadió que la firma auditora Deloitte & Touche no certificó los del 2023.
Por otro lado, el comunicado de prensa de la Nueva EPS sostuvo que los estados de ese año “no han sido certificados por el agente interventor”, debido a que la información de la aseguradora entre los años 2018 y 2023 está “siendo evaluada por una auditoría forense contratada”. Por eso, anunciaron que los resultados serán certificados cuando se tenga una certeza.
“Los estados financieros se han presentado oportunamente dando cumplimiento a los compromisos adquiridos con la Superintendencia Nacional de Salud, siendo septiembre del año 2024 el último mes de reporte, los cuales no están firmados por ser provisionales y están en investigación”, agregó la comunicación.
Finalmente, esa compañía reconoció que “ha sido notorio el incremento de diferentes requerimientos de información”, pero que reiteran “su compromiso en poner a disposición de los entes de control y la opinión pública, todo soporte que de cuenta de la transparencia en la gestión y en el manejo de los recursos destinados a la salud de los afiliados”.
Cabe recordar que la senadora Paloma Valencia hizo pública esta información luego de ganar una acción de tutela. Allí, según expuso, los datos públicos de 2023 no corresponderían a los oficiales, mientras que los pasivos en 2024 serían mayores a $12,6 billones.
La congresista del Centro Democrático sostuvo que el entonces presidente de la Nueva EPS, Aldo Cadena, reportó que en 2023 tuvo pérdidas por $411.000 millones, sumado a pasivos registrados por la propia entidad por $6,6 billones. “Esta información no habría tenido revisión fiscal ni aprobación por la junta”, señaló.
En esa línea, con base en la información obtenida, manifestó que como consta en el estado de resultados con cierre a 2023 las pérdidas ascenderían a $4,4 billones y no a $411.000 millones, “una diferencia de $4 billones en pérdidas y, lo más grave, un aumento en las pérdidas de más del 350 % entre 2022 y 2023”.
Además, la congresista sostuvo que el balance general con cierre a 2023 de la Nueva EPS refleja que los pasivos totales serían de $11,7 billones, “cifra lejana a la notificada por la entidad a la SuperSalud por $6,6 billones”.
Los datos que reveló también mostraron que de cada 100 pesos que ingresan a la entidad se gastan 126 pesos. En contraste, en agosto del 2022, cuando arrancó el Gobierno, la entidad gastaba 95 pesos de cada 100 pesos que le entraban.
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