“Aquí estamos viviendo con la incertidumbre al lado”, dice al otro lado del teléfono un habitante de Medio San Juan: municipio del Chocó que tiene el agua hasta el cuello por las inundaciones y que, además, debe lidiar con las intimidaciones de un paro armado que decretaron los ilegales del ELN.
La cabecera municipal de Medio San Juan es atravesada por dos ríos. Este domingo 10 de noviembre el caudal del río Condoto parecía menos bravo y la comunidad decidió bajar a bañarse. En esas, una creciente arrastró a Jaider Eulices Lerma Albornoz, un joven de 20 años.
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“Él estaba en compañía de sus amigos disfrutando del puente festivo cuando ocurrió la tragedia. Su cuerpo está desaparecido. Los organismos de socorro tienen dos limitantes: el río está muy grande y el tema de orden público les impide ingresar a varias comunidades río abajo”, le relató a EL COLOMBIANO Wilson Largacha, personero de Medio San Juan.
Es que la guerrilla del ELN –en medio de la lucha a sangre y fuego por el territorio que sostiene con el Clan del Golfo– decretó un paro armado desde la media noche del 9 de noviembre y tiene afectadas a las comunidades ribereñas de los ríos San Juan, Sipí y Cajón.
Solo en el municipio de Medio San Juan hay 1.223 familias damnificadas por la emergencia climática que se replica en otros 26 municipios del Chocó. Allá se han perdido 87 hectáreas de cultivo que eran destinadas por los campesinos para el pancoger o para el sustento económico de algunas familias.
“También tenemos dos colegios afectados. En la cabecera municipal la Institución Educativa Policarpa Salavarrieta empezó a ceder en su placa por la fuerza del río, es una escuela primaria y el llamado que se ha hecho es a priorizar la integridad de los niños”, añadió el personero Largacha.
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Pero la crisis se agrava en las comunidades que están apartadas del casco urbano. El control territorial del ELN impide que los campesinos e indígenas se movilicen con libertad. La flotilla de embarcaciones comerciales del río San Juan cesaron sus actividades por la orden perentoria de los armados.
“Acá todavía no contamos con las ayudas humanitarias del Gobierno, porque la guerrilla no ha dejado pasar”, le dijo a este diario un habitante de Medio San Juan.
El Consejo Comunitario de San Juan –que acoje a 72 comunidades negras– afirmó que en el sector conocido como Primavera el río ya se llevó varias casas y la iglesia está a punto de ser arrastrada por la corriente.
“Continúa el recrudecimiento de la crisis humanitaria que afrontan las comunidades negras que habitan en el río San Juan, en los municipios de Novita, Sipi, Medio San Juan, Istmina, Litoral del San Juan y Buenaventura, como consecuencia del conflicto armado”, indicó el Consejo Comunitario en un comunicado.
El llamado de las comunidades es al gobierno nacional para que destine ayuda humanitaria urgente y a los actores armados para que cesen las hostilidades que puedan afectar a la población civil.