En 2024, Colombia sigue enfrentándose a la actividad constante de varios volcanes, considerados algunos de los más activos del país. En su mayoría, estos volcanes se encuentran en el Eje Cafetero y el suroccidente, zonas de alto riesgo para miles de personas. Con el monitoreo del Servicio Geológico Colombiano (SGC) y estudios de expertos, se identifican los volcanes que representan mayores amenazas, siendo fuentes de potenciales erupciones y temblores.
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El caso más reciente de una erupción ocurrió este lunes festivo, 11 de noviembre, cuando el volcán de lodo Los Aburridos en Necoclí, Antioquia, entró en erupción. Sin embargo, como este, en el país hay más volcanes con una actividad volcánica considerable.
Conocido por la trágica erupción de 1985, el Nevado del Ruiz sigue siendo el volcán más vigilado en Colombia. Ubicado en la cordillera Central, en los departamentos de Caldas y Tolima, su actividad reciente en 2024 mantiene a las autoridades y a los habitantes en alerta amarilla y naranja, según las fluctuaciones en su sismicidad y emisiones de gases volcánicos. En abril, el SGC reportó un incremento significativo en las emisiones de ceniza, y la posibilidad de una erupción ha generado planes de evacuación en áreas cercanas.
El volcán Cerro Machín, ubicado en el departamento del Tolima, Colombia, ha mostrado actividad sísmica notable en 2024. En marzo, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) reportó un incremento en la actividad, registrando más de 150 sismos en el sector del domo principal, dos de ellos de magnitudes 4,2 y 4,0, sentidos en las áreas aledañas. A partir de entonces, la sismicidad ha continuado, con sismos menores localizados en los flancos y el domo del volcán. La actividad de fracturamiento de roca ha mantenido al volcán en alerta amarilla, indicando cambios en su comportamiento que son vigilados constantemente por el SGC.
Este volcán, el más alto de Colombia, también se considera altamente activo y ha tenido varios episodios de actividad sísmica. Localizado entre los departamentos de Huila, Cauca y Tolima, el Nevado del Huila mantiene una vigilancia constante debido a su historial de erupciones, como la de 2008 que generó lodo y lahares con alturas hasta de 30 metros y que bajaron por los ríos Páez y Símbola, destruyendo cultivos y viviendas y arrasando con animales y siete puentes.
En 2024, el volcán ha presentado un aumento en la emisión de gases y actividad sísmica leve, según los reportes del SGC, lo cual pone en riesgo a poblaciones cercanas como Belalcázar y Páez, Cauca.
Situado en Nariño, el Galeras es uno de los volcanes más activos del país. Este volcán ha tenido numerosas erupciones en las últimas décadas, con una actividad sísmica y emisiones de gases frecuentes. En 2024, el SGC ha informado de una actividad leve, con emisión de cenizas en la región y constante monitoreo. La población de Pasto y alrededores sigue en alerta, especialmente por los sismos relacionados con el volcán que pueden causar daños en infraestructura.
Ubicado en el Cauca, el volcán Puracé se encuentra en una región volcánica importante y forma parte del Parque Nacional Natural de Puracé. Con una actividad que se ha intensificado desde finales de 2023, el Puracé ha mostrado fumarolas y emisión de gases en 2024, lo que ha llevado a las autoridades a implementar protocolos de alerta para las comunidades vecinas, como Coconuco. Este volcán también es monitoreado de cerca debido a su ubicación en una zona de alto riesgo.
Este complejo volcánico, ubicado en la frontera entre Colombia (departamento de Nariño) y Ecuador, ha sido objeto de atención debido a su actividad sísmica. Desde 2014 ha presentado un aumento en la actividad volcánica, y en 2024 las autoridades han registrado movimientos telúricos recurrentes. Este complejo representa una amenaza para la población en el municipio de Cumbal y en la zona ecuatoriana de Tulcán, donde se han realizado simulacros de evacuación y planes de emergencia ante una posible erupción.
La vigilancia de estos volcanes es una prioridad para el SGC, que cuenta con una red de estaciones sismológicas y de monitoreo de gases en las regiones cercanas. La entidad emite informes periódicos y alertas tempranas para que las autoridades locales puedan tomar decisiones adecuadas en cuanto a la evacuación y protección de las comunidades. Además, se han implementado campañas de educación para que la población conozca los protocolos de seguridad en caso de una erupción.
Colombia continúa siendo una región con alta actividad volcánica debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Aunque los volcanes representan un riesgo, el monitoreo y las alertas tempranas han sido clave para reducir el impacto de posibles desastres. Los volcanes Nevado del Ruiz, Nevado del Huila, Galeras, Puracé y Chiles-Cerro Negro son algunos de los puntos de mayor vigilancia en 2024, y la colaboración entre el SGC y las comunidades cercanas es fundamental para mitigar los riesgos.
La vigilancia de estos volcanes es una prioridad para el SGC, que cuenta con una red de estaciones sismológicas y de monitoreo de gases en las regiones cercanas. La entidad emite informes periódicos y alertas tempranas para que las autoridades locales puedan tomar decisiones adecuadas en cuanto a la evacuación y protección de las comunidades. Además, se han implementado campañas de educación para que la población conozca los protocolos de seguridad en caso de una erupción.
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Colombia continúa siendo una región con alta actividad volcánica debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Aunque los volcanes representan un riesgo, el monitoreo y las alertas tempranas han sido clave para reducir el impacto de posibles desastres. Los volcanes Nevado del Ruiz, Nevado del Huila, Galeras, Puracé y Chiles-Cerro Negro son algunos de los puntos de mayor vigilancia en 2024, y la colaboración entre el SGC y las comunidades cercanas es fundamental para mitigar los riesgos.