Sigue siendo un misterio el paradero de la niña Kendall Stefany Arbeláez Castrillón, quien desapareció hace ya casi cuatro meses en San Rafael, Oriente antioqueño, justo el pasado 10 de julio, mientras estaba bajo el cuidado de su abuelo Conrado de Jesús Castrillón, encontrado sin vida dos días después en zona rural de ese municipio con señales de haber sido atacado.
Pese a los plantones de la comunidad, a las exigencias de la familia y a que las autoridades locales y departamentales mantienen una recompensa por el caso, no ha sido posible que la Fiscalía dé a conocer avances sobre la investigación que permitan esclarecer dónde está la menor de edad, de 9 años, y qué relación tiene el hecho con la muerte de su pariente.
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Por medio de un video en redes sociales compartido por el diario Mi Oriente, el abogado de la familia, Camilo Alarcón, reiteró que desde el ente investigador no se han entregado avances y que ni siquiera se ha dado a conocer a la familia una hipótesis sobre la desaparición de la niña. Fue por esto que el apoderado judicial solicitó a la oficina central de Interpol en Colombia que haga todo lo que se pueda para emitir una circular amarilla con el fin de que países de todo el mundo, en especial los fronterizos con Colombia, contribuyan con las labores de búsqueda con sus cuerpos policiales y de investigación.
“Estos mecanismos con Interpol se han usado en otros procesos a nivel territorial y nacional, pero en este caso brillan por su ausencia”, expresó el abogado, quien resaltó, por otra parte, el papel que han jugado las autoridades locales y departamentales con acciones como el aumento de la recompensa a quien dé alguna pista o dato que permita encontrar a Kendall Stefany.
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A mediados de octubre pasado, la mamá de la menor de edad, Yeidy Castrillón, hizo un llamado para que se acelere el proceso. “Uno quiere que todo sea con mucha más agilidad, todo mucho más rápido. Las investigaciones continúan, todo es materia de investigación, pero hasta el momento no hay respuestas, no hay información certera”, apuntó.
Por su lado, a principios de este noviembre, la Gobernación de Antioquia, por solicitud del alcalde de San Rafael, Edwin Giraldo, aumentó de $20 a $70 millones la recompensa por información que conduzca al paradero de la niña.
En el momento de su desaparición, los restos del abuelo materno fueron encontrados a aproximadamente 150 metros de la finca Los Arango, en donde vivía el hombre y cuidaba a la niña, pues la madre no residía en ese municipio y el padre no habría estado presente en la crianza. A pesar de que desde entonces las autoridades abrieron una investigación para esclarecer ese homicidio y dar con el paradero de la menor de edad, por ahora no hay mayores pistas de quiénes o quién estaría detrás de lo ocurrido.
Las autoridades locales buscaron a la niña en sitios aledaños, por los alrededores de la represa, por el río y en otras zonas, pero todo esfuerzo ha sido en vano, por lo cual la esperanza de saber algo está puesta en las investigaciones que hasta ahora no han dado ningún resultado.
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