Donald Trump anunció oficialmente la elección de Marco Rubio como Secretario de Estado. Este se convierte en el primer hispano en llegar a un puesto de tan alto poder en los Estados Unidos.
Rubio, un viejo conocido en la política estadounidense y con una trayectoria que mezcla su origen latino con su fidelidad por los ideales americanos, fue elegido por Trump, quien lo denominó como, “una voz poderosa por la libertad” y “un defensor fuerte para nuestra nación”.
Este nombramiento ya se esperaba y no sorprende tanto a los analistas, pues Rubio ha sido uno de los aliados republicanos más cercanos a Trump en temas de política exterior.
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Desde hace años, el senador por Florida ha sido una voz crítica contra regímenes autoritarios en América Latina y otros rincones del mundo, abogando por una política de mano dura contra adversarios como China y Rusia. Postura que coincide con la visión de Trump, quien no ha ocultado su intención de tomar una línea dura con aquellos países que considera una amenaza para la libertad y seguridad de Estados Unidos y sus aliados.
“Dirigir el Departamento de Estado de los Estados Unidos es una enorme responsabilidad y me siento honrado por la confianza que el Presidente Trump ha depositado en mí”, dijo Rubio en su cuenta de X, afirmando que en su cargo trabajará en pro de la agenda de política exterior.
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“Lograremos la paz mediante la fuerza y siempre pondremos los intereses de los estadounidenses y de los Estados Unidos por encima de todo lo demás”, agregó el cubano, haciendo también un llamado para tener el apoyo del Senado para trabajar por la seguridad nacional.
Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, tiene una historia que le permite identificarse con el ideal del “sueño americano”, lo que lo convierte también en una ficha clave.
Nació en Miami en 1971 y, desde temprana edad, se educó bajo valores conservadores como la religión, la familia y los principios estadounidenses. Rubio, quien ha ocupado diversos cargos, incluyendo el de Presidente de la Cámara de Representantes de Florida, llegó al Senado en 2010 y se ha mantenido como una figura influyente en la política estadounidense.
El nombramiento de Rubio como Secretario de Estado marca el inicio de una etapa en la que se espera que la diplomacia estadounidense sea menos complaciente y más estratégica con la migración.
Para Trump, el objetivo es claro: “Primero América”. Sin duda, con Rubio al frente de la política exterior, se avecinan cambios significativos en la forma en que Estados Unidos manejará sus relaciones internacionales en los próximos años.