El panorama no parece mejorar para el régimen de Nicolás Maduro, Estados Unidos prepara una nueva sanción para el país; la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este lunes el proyecto de ley bipartidista Bolívar.
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La medida, cuyo nombre completo es Prohibición de Operaciones y Arrendamientos con el Régimen Autoritario Venezolano Ilegítimo, busca cortar cualquier vínculo comercial entre Washington y quienes hagan negocios con el Gobierno de Nicolás Maduro.
El texto todavía necesita ser aprobado por el Senado y firmado por el presidente para convertirse en ley, pero ya ha provocado una furiosa reacción desde Caracas.
El Gobierno de Maduro, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, emitió un comunicado en el que condenó la iniciativa como un “ataque criminal” y denunció su supuesto propósito de aislar aún más al país.
“Es una ofensa al genio más grande de la historia americana, Simón Bolívar, quien luchó contra el imperialismo que ahora encarna este ataque”, reza el texto oficial, calificando la ley como una herramienta más de las “930 medidas coercitivas unilaterales” impuestas por Estados Unidos.
El proyecto Bolívar busca bloquear la cooperación económica con el régimen venezolano, al que Washington no reconoce como legítimo desde las polémicas reelecciones de Maduro. Además, la ley prohíbe a EE. UU. firmar contratos con empresas o personas que mantengan relaciones comerciales con el gobierno de Caracas.
Lo más llamativo del proyecto Bolívar es que ha logrado algo que se consideraba lejano en el Congreso estadounidense: unir a demócratas y republicanos. Ambos partidos coincidieron en la necesidad de presionar al régimen chavista.
Mike Waltz, congresista republicano y próximo asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, sumó su voz al Congreso. “Venezuela está en crisis debido al gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro y su cártel de Caracas”, y prometió que no habrá “apaciguamiento” ni “tolerancia” hacia el régimen venezolano.
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Por su parte, Debbie Wasserman Schultz, congresista demócrata, aseguró que Estados Unidos no puede permitir que “intereses corporativos turbios” sigan financiando la corrupción y el autoritarismo en Venezuela.
Ambos legisladores impulsan también dos iniciativas que buscan aumentar los bloqueos al régimen: La Ley Revocar, para anular licencias otorgadas a petroleras como Chevron que operan en Venezuela. Y la Ley Valor, que refuerza sanciones económicas contra el Banco Central de Venezuela y Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Las cosas, seguro, no se quedarán ahí; con la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales se anticipa un cambio significativo en la política hacia Venezuela. Con figuras como Marco Rubio siendo próximo jefe de la diplomacia estadounidense, expertos prevén un endurecimiento de las sanciones y una retórica más agresiva hacia Maduro y sus aliados.
Uno de los sectores más afectados será el petrolero. Aunque desde 2019 la industria venezolana ha estado bajo sanciones, compañías como Chevron, Repsol y Maurel & Prom aún operan en el país gracias a licencias especiales. De aprobarse estas leyes, incluso esas operaciones estarían en riesgo.Siga leyendo: Denuncian la muerte de testigo electoral del partido de María Corina Machado que permanecía encarcelado en Venezuela