“Ni a Gabo se le hubiera ocurrido”. En estos términos, la senadora Angélica Lozano (Alianza Verde) describe lo ocurrido ayer durante la accidentada sesión plenaria del Senado en la que se iba a escoger al próximo magistrado de la Corte Constitucional.
La decisiva elección quedó en veremos por cuenta de un hecho que tiene de insólito lo mismo que de controvertido.
No solo hubo un inédito empate entre dos de los aspirantes, sino que estallaron denuncias de fraude y amaño en el proceso tras la aparición de dos votos de más en la urna, pues, aunque había 102 senadores, aparecieron 104 votos.
“Fueron dos votos. No entiendo con qué criterio supimos del 103 y no del 104. Ese último sí lo descartaron. Se anuló la elección. Buscaban repetir. Una locura total, nunca me lo imaginé”, aseguró Lozano a EL COLOMBIANO.
Si bien los tarjetones de más no estaban marcados, ese hecho enigmático desató todo tipo de especulaciones y obligó a posponer la elección.
De por medio está una intensa puja por una plaza determinante en el alto tribunal que garantizaría influencia y dominio en la corte más importante y estratégica del ordenamiento jurídico. Allí, el presidente Gustavo Petro busca seguir poniendo a los suyos para asegurar mayorías y no solo blindar sus proyectos gubernamentales ante demandas. La Corte tiene el poder en propuestas sobre las cuales Petro ha tenido iniciativa (hasta ahora en el discurso) como la Asamblea Nacional Constituyente.
Le puede interesar: Video: rifirrafe entre senadores Efraín Cepeda y Ariel Ávila tras accidentada sesión para elegir magistrado
En el partidor aparecen Claudia Dangond Gibsone, Miguel Efraín Polo y Jaime Humberto Tobar. Tanto Dangond como Polo obtuvieron cada uno 50 votos, mientras que Tobar no consiguió respaldo para su candidatura. En medio quedaron dos votos en blanco que son hoy por hoy los más cotizados.
Aunque durante las reuniones con las diferentes bancadas lo negó hasta la saciedad, el señalado de ser la ficha del Gobierno es el abogado Miguel Efraín Polo. Se trata de un jurista especialista en derecho financiero y constitucional. Es conjuez del Consejo de Estado y árbitro en la Cámara de Comercio de Bogotá.
Llegó al partidor con el respaldo de un jugador clave: el hoy magistrado Vladimir Fernández, exsecretario jurídico de la Casa de Nariño, con quien ya había trabajado.
En contraste, aparece Claudia Dangond, abogada de la Universidad Javeriana con maestrías en Relaciones Internacionales y Políticas de Desarrollo. Tiene apoyos determinantes: la mayoría de la bancada conservadora, el Centro Democrático y Cambio Radical, así como de liberales independientes, cristianos y miembros de la Alianza Verde.
La accidentada sesión de este lunes en la plenaria del Senado para elegir al nuevo magistrado de la Corte –en reemplazo de Antonio José Lizarazo– se zanjó entre la polémica y denuncias de fraude. Después de las acostumbradas constancias e intervenciones de los senadores al inicio de la jornada, la palabra la tomaron los aspirantes.
Primero arrancó Dangond, quien no vaciló al señalar que, en caso de ser elegida, defenderá la Constitución “en toda su integridad”. De paso, lanzó mensajes que, leídos entre líneas, ratifican su distancia e independencia de las pretensiones del Gobierno.
Puede leer: ¡Tormenta política! Los reclamos y reacciones al posible fraude en la elección de magistrado de la Corte Constitucional
“No corresponde a la Corte ni cumplir función legislativa, ni reformatoria de la Constitución. Mucho menos de sustitución o expedición de una nueva carta. Tampoco corresponde formular, diseñar ni implementar políticas públicas”, declaró ante la plenaria, haciendo además una férrea defensa de las instituciones.
Por su parte, quizá queriendo marcar distancia del Ejecutivo, Polo defendió el papel del Congreso en el ordenamiento territorial y aseguró ante la plenaria que “no puede existir ningún poder que afecte la autonomía, independencia y existencia del Congreso”.
Incluso, dijo que fue ternado por el Consejo de Estado porque “reconoció mi trayectoria y no tuvo ninguna duda sobre mi autonomía, independencia, transparencia, honradez y suficiencia jurídica para llegar a ser magistrado de la Corte. De mí, dicho tribunal, el honorable Congreso y todo el país solo podrá esperar una total fidelidad con la Constitución, con el sistema democrático y las reglas electorales que le sirven de sustento, y mi convicción sobre el papel que debe cumplir el juez constitucional”.
Tras escuchar a los togados, como es costumbre, cada uno de los congresistas acudió a votar en el atril de la mesa directiva. Fueron llamados uno por uno. Sin embargo, una vez concluido el escrutinio hubo controversia: Dangond obtuvo 50 votos, Polo 50 votos, hubo dos votos en blanco y apareció no uno, sino dos tarjetones sin marcar.
La aparición de esos tarjetones, teniendo en cuenta que en la plenaria participaban 102 senadores, desató todo tipo de especulaciones y críticas por lo ocurrido. Hubo voces tanto desde la bancada de Gobierno como desde la oposición alertando por la gravedad del suceso, al tiempo que pidieron revisar cámaras de seguridad para identificar la irregularidad.
El presidente del Senado, Efraín Cepeda, reconoció la gravedad de lo ocurrido, por lo que pidió repetir la elección. Incluso, durante el debate, el senador Manuel Virgüez, del MIRA, denunció que cuando su colega, Ana Paola Agudelo, fue a votar ya había un voto.
“Cuando la senadora, que es la primera en la lista, fue a votar ya había un voto depositado”, advirtió el congresista.
En respuesta, el secretario encargado del Senado, Saúl Cruz, reconoció que sí había un voto, pero era porque se dio el visto bueno para que el senador Mauricio Gómez Amín pudiera votar antes de retirarse del recinto.
Por su parte, desde la comisión escrutadora, el senador Juan Carlos Garcés (Partido de La U), explicó lo ocurrido, pero solo dio explicación por un tarjetón. Manifestó que hubo ese voto de más porque uno de los tarjetones quedó pegado a otro que efectivamente sí se marco. “Venía pegado y totalmente en blanco”.
Acogiendo los llamados de varios congresistas, el presidente Cepeda resolvió levantar la sesión, lo que desató la molestia de varios senadores oficialistas que, conscientes de lo apretado de la decisión y con miras a beneficiar a Miguel Polo, pedían repetir la votación de inmediato y no darle largas.
“Se ha hablado de fraude, de revisión de cámaras, se ha hablado que el procedimiento no estuvo bien porque los tarjetones eran muy delgados. Para dar las garantías se revisarán cámaras, se van a hacer nuevos tarjetones, se va a poner un cubículo... se levanta la sesión”, dijo.
La senadora María José Pizarro, del Pacto Histórico, aseguró que el voto que apareció de más fue puesto a propósito para sabotear la elección, ya que supuestamente la oposición no tendría votos. “Se metió un voto adicional. Esto se hizo de manera deliberada para viciar la votación porque no tenían los votos suficientes para elegir su candidatura”.
Por otro lado, Pizarro alegó que Cepeda –quien respalda la candidatura de Dangond– incumplió la Ley Quinta, que regula el proceder del Congreso, al no someter a votación inmediata la nueva elección. “Inmediatamente apelamos la decisión. Se demoró mucho tiempo hasta que se desintegró el quorum”, agregó.
Siga leyendo: ¿Otro magistrado de Petro? Lo que está en juego en la elección de la Corte Constitucional
Desde la oposición, la senadora Paloma Valencia (Centro Democrático) calificó la elección del magistrado de la Corte como crucial. “Si perdemos, Petro tendría mayorías y podría avanzar hacia una constituyente mediante decretos de emergencia. Sería el principio del fin de la democracia en Colombia. ¡Defendamos nuestras instituciones!”.
Se prevé que este martes se retome la discusión en plenaria y se decanten al fin los votos entre los opcionados. Sin duda, los dos senadores que votaron en blanco deben tener sus teléfonos y chats reventados con coqueteos de lado y lado: su respaldo hoy cotiza al alza y será determinante para el futuro de la Corte más importante del país.