En medio de la controversia durante la accidentada sesión de este lunes en el Senado, donde no se eligió al próximo magistrado de la Corte Constitucional por denuncias de fraude, se desató una caldeada discusión en plena mesa directiva de la Corporación.
Los protagonistas fueron nada menos que el presidente del Senado, Efraín Cepeda (Partido Conservador), y el senador Ariel Ávila, de la Alianza Verde. La génesis de la pelea fue la decisión de Cepeda de levantar la sesión y no hacer una nueva votación.
Lo anterior, teniendo en cuenta que, aunque en la sesión participaban 102 congresistas, aparecieron 103 votos. Además, hubo un hecho inédito: un empate entre la jurista Claudia Dangond Gibsone –apoyada por sectores independientes y de oposición–, y Miguel Efraín Polo –respaldado por el petrismo–. Ambos obtuvieron 50 votos. Además, hubo dos votos en blanco y apareció un voto sin marcar.
Debido a la controversia, Cepeda resolvió levantar la sesión y posponer la votación hasta esclarecer lo ocurrido. “Se ha hablado de fraude, de revisión de cámaras, se ha hablado que el procedimiento no estuvo bien porque los tarjetones eran muy delgados. Para dar las garantías se revisarán cámaras, se van a hacer nuevos tarjetones, se va a poner un cubículo... se levanta la sesión”, dijo.
Sin embargo, sectores petristas y afines al Gobierno reclamaron por la determinación. De fondo, están los movimientos políticos de unos y otros para lograr apoyos para su candidato. Según congresistas de la bancada de Gobierno, al darle largas a la votación la oposición gana tiempo para sumar adeptos y convencer a congresistas para que apoyen a Claudia Dangond.
De manera airada, una vez Cepeda adoptó la determinación, Ávila dejó su curul y al fragor de la discusión le reclamó con dureza al congresista. Con el micrófono abierto se alcanza a escuchar cuando el presidente del Senado responde: “A mí no me ofenda, no me diga que estoy haciendo fraude”, dijo.
Por su parte, Ávila alegó que “se hicieron todo tipo de marrullas para no llevar a cabo la votación. El presidente del Senado se refiere a mí en malas palabras cuando le reclamo por el mal proceder”, dijo Ávila.
En juego está la influencia y dominio en la corte más importante del ordenamiento jurídico. Allí el presidente Gustavo Petro busca seguir poniendo a los suyos para asegurar mayorías y darle vía libre a proyectos que podrían implicar, incluso, la mentada Asamblea Nacional Constituyente.
“La elección del magistrado de la Corte es crucial. Si perdemos, Petro tendría mayorías y podría avanzar hacia una constituyente mediante decretos de emergencia. Sería el principio del fin de la democracia en Colombia. ¡Defendamos nuestras instituciones!”, declaró la senadora de oposición Paloma Valencia (Centro Democrático).
La senadora María José Pizarro, del Pacto Histórico, aseguró que el voto que apareció de más fue puesto a propósito para sabotear la elección, ya que supuestamente la oposición no tendría votos. “Se metió un voto adicional. Esto se hizo de manera deliberada para viciar la votación porque no tenían los votos suficientes para elegir su candidatura”.
Por otro lado, Pizarro alegó que Cepeda incumplió la Ley Quinta, que regula el proceder del Congreso, al no someter a votación inmediata la nueva elección. “Se tenía que repetir la votación de manera inmediata y lo que hizo el presidente fue levantar la sesión. Inmediatamente apelamos la decisión. Se demoró mucho tiempo hasta que se desintegró el quorum”, agregó.
Durante el debate, el senador Manuel Virgüez, del MIRA, denunció que cuando su colega, Ana Paola Agudelo, fue a votar ya había un voto. “Cuando la senadora Ana Paola, que es la primera en la lista, fue a votar ya había un voto depositado. Para que se corrija y se vote en orden de la lista. Que no se anticipe ningún senador”, advirtió el congresista.
En respuesta, el secretario encargado del Senado, Saúl Cruz, reconoció que sí había un voto, pero era porque se dio el visto bueno para que el senador Mauricio Gómez Amín pudiera votar antes de retirarse del recinto. “El presidente autorizó al senador Mauricio Gómez Amín que se iba para que votara”, explicó.