Por estos días está encendido el debate alrededor de los movimientos en la Corte Constitucional. Si bien esa alta corporación se ha destacado por mantener una postura imparcial, la reciente elección del abogado Miguel Efraín Polo como magistrado de esa alta corte prendió una alerta por un leve movimiento en las cargas a favor del Ejecutivo.
Es injusto decir que el jurista es un aliado del Gobierno; sin embargo, el comentario triunfalista del presidente Gustavo Petro tras su elección en el Senado el pasado martes generó suspicacias en algunos sectores, donde no cayó del todo lo sugerido.
El respaldo público del mandatario ha sido interpretado por algunos como un gesto que podría vulnerar los principios de independencia y autonomía que deben caracterizar a esta alta corporación. Los magistrados de la Corte no solo deben estar libres de influencias políticas, sino que su labor fundamental radica en garantizar la separación de poderes y la defensa de la Constitución.
Aunque el abogado llegaría a la Corte con un voto conservador con matices de centro, en el aire sigue estando el interrogante sobre cómo se alineará en decisiones clave que podrían impactar al Gobierno.
Este cuestionamiento tiene su origen en la relación del electo magistrado con Vladimir Fernández, magistrado de la misma Corte y exsecretario jurídico de la Presidencia en el Gobierno de Petro. Polo fue magistrado auxiliar de Fernández y su principal colaborador.
Le puede interesar: Polémica en Senado durante elección de nuevo magistrado de la Corte: apareció un voto de más y denunciaron fraude
Sin embargo, más allá de los comentarios y las especulaciones, Miguel Polo es un jurista de renombre, respetuoso del precedente judicial y con una sólida trayectoria en la Corte Constitucional, donde ha trabajado desde el año 2001. Su aspiración a convertirse en magistrado titular no es nueva: este fue su cuarto intento, tras haber participado en las convocatorias de 2020, 2021 y 2022, en al menos dos de las cuales estuvo en la lista de preseleccionados.
El abogado de la Universidad Javeriana se sumaría al ala conservadora de la Sala Plena, que incluye a Cristina Pardo, Paola Meneses y Jorge Enrique Ibáñez. En contraposición, está el bloque liberal, integrado por Diana Fajardo, José Fernando Reyes, Natalia Ángel Cabo, Juan Carlos Cortés y Vladimir Fernández. Polo ocupará el puesto vacante dejado por el magistrado Antonio José Lizarazo, cuyo periodo finaliza en febrero de 2025. Lizarazo se ha destacado por su perfil centro-liberal.
Fuentes consultadas por EL COLOMBIANO afirman que la postura de Polo será “mesurada”. Trece ¿de sus 18 años en la Corte Constitucional los pasó como magistrado auxiliar de cuatro magistrados titulares con posturas ideológicas variadas: Rodrigo Escobar Gil, Luis Guillermo Guerrero, Alejandro Linares y Vladimir Fernández.
Lea también: ¿Por qué el Partido Liberal se decidió por el candidato del Gobierno para la Corte Constitucional?
Esta experiencia sugiere que Polo evitaría radicalizar sus debates y decisiones. Expertos también han analizado cómo cambiaría la dinámica de votación una vez se incorpore a la Sala Plena. En general, concluyen que no habrá alteraciones significativas. Actualmente, la Corte se inclina con una mayoría liberal de 6-3 (seis votos de corte progresista, incluyendo a Lizarazo, y tres conservadores). Con el relevo Lizarazo- Polo, se espera una modificación en la votación, que pasaría a ser 5-4 a favor del bloque liberal.
“Ahí indudablemente uno podría decir, teniendo en cuenta las personas que lo formaron sobre todo el magistrado Luis Guillermo Guerrero, que el Dr. Polo tendrá una posición más tradicionalista. Pero en lo que hace del Gobierno Nacional seguramente van a tener una gran sorpresa en lo que va a ser la línea de comportamiento en el respeto constitucional por parte del nuevo magistrado y la oposición, pues le debe seguramente respeto y darle la posibilidad que sea él con su ejercicio como magistrado el que dé trazas de hacia dónde va a orientar su pensamiento jurídico”, analizó Hernando Herrera, presidente de la Corporación Excelencia en la Justicia (CEJ).
Con esta elección, varios proyectos clave del Gobierno están en juego, tales como la revisión de la reforma pensional, el impuesto al patrimonio y el Plan Nacional de Desarrollo.
“Uno podría decir que su participación en los debates sería de una voz mesurada dentro de la Corte, seguramente con una tendencia más al respeto o la continuidad del respeto a la institucionalidad y a rigor jurídico en lo que hace la revisión de las normas”, añadió el experto.
Aunque estas decisiones deben tomarse basándose en el derecho y quienes las toman son juristas de los más respetados, la realidad es que los nombramientos en la Corte se dan también en un contexto de movimientos e influencias políticas. De hecho, el Ejecutivo aún tiene oportunidades para consolidar una mayoría. Aunque en la actualidad Vladimir Fernández está impedido para participar en los debates relacionados con el Gobierno, el mandatario podría asegurar su apoyo al conformar la terna para el reemplazo de la magistrada Cristina Pardo Schlesinger quien fue postulada hace ocho años por el entonces presidente Juan Manuel Santos, por lo que en este caso es al presidente Petro quien le corresponde hacer la nueva postulación.
Además de los magistrados Antonio José Lizarazo y Cristina Pardo, terminan sus periodos los abogados José Fernando Reyes Cuartas y Diana Fajardo Rivera; ambos fueron postulados hace ocho años por la Corte Suprema de Justicia, luego la terna para sus reemplazos es responsabilidad de ese mismo alto tribunal.
Lea además: ¿Otro magistrado de Petro? Lo que está en juego en la elección de la Corte Constitucional
Aunque tres de los próximos magistrados saldrán de las propuestas que presenten el Consejo de Estado y la Corte Suprema, al final es el Senado el que elige; de ahí que algunos analistas advierten que puedan resultar protagónicos los intereses políticos tanto del Ejecutivo como del Legislativo. ¿La razón? Las reformas del Gobierno, aprobadas en Congreso, deben hacer trámite en la Corte Constitucional, lo que supone mayor interés en los juristas que llegarán a ocupar las sillas de esa corporación.
De consolidarse mayorías liberales con la llegada de los nuevos magistrados, la Corte tendría una postura unánime en los eventuales debates sobre libertades que viene revisando esa corporación como los relacionados con la familia multiespecie, las corridas de toros, entre otros de gran impacto nacional.
Miguel Polo tomará su lugar en la Corte el próximo año, una vez cuelgue la toga el magistrado Lizarazo.