Con Donald Trump encaminándose a su segundo mandato presidencial no consecutivo, las preguntas sobre cuánto tiempo más podría quedarse en el poder han vuelto a surgir.
En reuniones y mítines, Trump ha dejado caer frases en las que insinúa que un tercer mandato podría no estar fuera del panorama, a pesar de que la Constitución estadounidense lo prohíbe explícitamente.
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“Sospecho que no volveré a presentarme a menos que ustedes digan: ‘Es tan bueno que tenemos que ingeniarnos algo más’”, dijo Trump en un evento reciente con republicanos de la Cámara de Representantes.
Este tipo de declaraciones, aunque aparentemente en tono de broma, levantan banderas entre analistas y opositores políticos. El representante demócrata Dan Goldman fue uno de los que afirmó que las “bromas” de Trump no deben tomarse a la ligera. “Él opera lanzando globos sonda y luego los normaliza con el tiempo”, comentó en una entrevista.
En reuniones con la Asociación Nacional del Rifle y otros foros conservadores, Trump ha sugerido que su trabajo podría extenderse más allá de los límites actuales. Durante su primer mandato, incluso planteó en un mitin que “probablemente tengamos derecho a otros cuatro años más” debido al trato que recibió durante su presidencia.
Estas declaraciones preocupan a los demócratas, quienes ven en ellas algo más que simples bromas. Para Goldman, son un intento de medir la respuesta del público y de su base política: “Lleva años hablando de quedarse más allá de este próximo mandato”.
La vigesimosegunda enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, que además fue ratificada en 1951 tras los cuatro mandatos de Franklin D. Roosevelt, es clara: “Ninguna persona podrá ser elegida para el cargo de presidente más de dos veces”. Esta medida fue diseñada para evitar la consolidación de poder, al estilo monárquico, en un solo individuo.
Sin embargo, los críticos de Trump aseguran que el expresidente ha demostrado habilidad para franquear los límites constitucionales. “Trump ya consiguió mover la Constitución haciendo cosas que nadie pensaba que fueran posibles, y entonces no hay consecuencias por lo que hizo”, explicó Kimberly Wehle, experta en derecho constitucional.
Modificar la Constitución para permitir un tercer mandato sería un camino extremadamente complicado. Requeriría mayorías de dos tercios en ambas cámaras del Congreso o el apoyo de dos tercios de los estados para convocar una convención constitucional. Además, para ratificarla, tres cuartas partes de las legislaturas estatales tendrían que aprobarla.
Aunque Trump ha afirmado que su campaña de 2024 sería probablemente la última, su inclinación a desafiar normas legales y políticas mantiene viva la especulación. Con una Corte Suprema dominada por una mayoría conservadora, algunos temen que Trump podría intentar reinterpretar las reglas existentes.
De momento, lo que parece claro es que Trump utiliza estas declaraciones para consolidar su base de apoyo y mantener la atención mediática. Sin embargo, para muchos, la posibilidad de un tercer mandato no es un tema menor.Siga leyendo: Trump eligió a Howard Lutnick, un duro crítico de China, como secretario de Comercio para liderar sus políticas proteccionistas