La política de Paz Total del presidente Gustavo Petro enfrenta un nuevo desafío tras la ruptura interna de la disidencia Segunda Marquetalia, con la que el Gobierno adelanta negociaciones para su eventual desarme.
Este miércoles 20 de noviembre, los Comandos de Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico emitieron un comunicado en el que anunciaron su separación de Iván Márquez, líder principal del grupo, debido a “diferencias irreconciliables” relacionadas con los enfoques y términos de las conversaciones de paz.
Lea también: “Iván Márquez está vivo”, aseguró Walter Mendoza, jefe negociador de la Segunda Marquetalia
“La decisión unánime y autónoma de quienes hoy suscribimos este comunicado es continuar el tránsito por el camino hacia la paz, con dignidad social para todos y todas, atendiendo el clamor y los anhelos de la población en los territorios. Nos deslindamos del nombre Segunda Marquetalia y, en adelante, no utilizaremos esta sigla”, expresaron los grupos escindidos.
En el mismo documento, los comandantes solicitaron que no se les relacione ni se les identifique más con la Segunda Marquetalia.
“La paz no puede girar alrededor de una persona o personas. La paz no es propiedad privada o exclusiva de unos”, afirmaron en un tono crítico, que parece apuntar directamente a la figura de Iván Márquez.
Esta implosión interna comenzó a evidenciarse el pasado fin de semana, cuando se filtró una carta de Márquez en la que desautorizaba las reuniones que su delegación había adelantado con el Gobierno. Este hecho desencadenó la ruptura definitiva y el compromiso de las facciones separadas de mantener los diálogos con el Ejecutivo.
“Ratificamos nuestro compromiso de continuar adelantando las gestiones necesarias con el Gobierno del presidente Gustavo Petro y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP), con el objetivo de concretar un gran acuerdo para la paz”, aseguraron los exsubalternos de Márquez.
Este hecho representa un golpe significativo para los esfuerzos de paz del Gobierno Petro, que ha priorizado el desarme y la reintegración de grupos armados como parte de su estrategia. Sin embargo, esta división también podría abrir nuevas dinámicas dentro de las negociaciones, al incluir a actores con posturas más flexibles hacia el desarme y el diálogo.Siga leyendo: “No podemos dialogar con un fantasma”: jefe negociador del Gobierno sobre conversaciones con Iván Márquez