El Día de las velitas es una de las celebraciones más emblemáticas de Colombia, marcando el inicio de las festividades navideñas. Cada año, durante la noche del 7 de diciembre y la madrugada del 8, el país entero se ilumina con miles de velas y faroles, en un espectáculo lleno de color, luz y espiritualidad. En 2024, esta tradición volverá a unir a las familias colombianas, ofreciendo un momento para reflexionar sobre sus orígenes y significado.
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La tradición del Día de las velitas tiene raíces profundas en la fe católica, ya que se relaciona directamente con el Dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, proclamado el 8 de diciembre de 1854 por el papa Pío IX, se declaró que María fue concebida sin pecado original. Para conmemorar esta proclamación, los fieles comenzaron a encender velas y luces como símbolos de pureza y devoción.
En Colombia, esta práctica religiosa se arraigó con fuerza, convirtiéndose en una tradición popular que ha trascendido su carácter estrictamente litúrgico. Con el tiempo, encender velas la noche previa al 8 de diciembre pasó a ser un evento comunitario, adoptado por personas de diversas creencias como una ocasión para celebrar la unión, la esperanza y la fe.
Cómo se celebra el Día de las velitasEn el Día de las velitas, cada región de Colombia aporta su toque especial a la celebración, haciendo de esta fecha un evento único en todo el país. Algunas de las costumbres más destacadas incluyen:
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- Encendido de velas y faroles: las calles, ventanas y jardines se llenan de velas y faroles, que simbolizan luz y esperanza. En algunas localidades, los faroles se convierten en auténticas obras de arte, diseñadas para resaltar la creatividad de las comunidades.
- Oraciones y agradecimientos: para muchas familias, la noche es un momento de reflexión, en el que se hacen peticiones, se agradecen las bendiciones recibidas y se comparten deseos para el futuro.
- Festividades locales: en municipios como Quimbaya, Quindío, el Festival de los Faroles atrae a turistas de todas partes con sus impresionantes diseños y decoraciones, consolidándose como un evento cultural de gran importancia.
- Gastronomía tradicional: la celebración suele ir acompañada de comida típica, como buñuelos, natilla y tamales, que reúnen a las familias en torno a la mesa, fortaleciendo los lazos comunitarios.
Aunque nació como una expresión de devoción religiosa, el Día de las velitas ha evolucionado hasta convertirse en una tradición cultural que fomenta valores como la unión, la solidaridad y la esperanza. En los últimos años, la fecha ha ganado visibilidad internacional, posicionándose como un motivo de orgullo nacional y un atractivo para el turismo.
En 2024, este evento volverá a ser un reflejo del espíritu colombiano: resiliente, cálido y lleno de luz. Más allá de las creencias religiosas, esta celebración continuará siendo un símbolo de la identidad y la cultura del país, invitando a todos a encender no solo velas, sino también el corazón.
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