El pasado 24 de noviembre, el barrio Quiroga, en la localidad de Rafael Uribe Uribe, fue escenario de un hecho violento que ha despertado conmoción y controversia en Bogotá. Juan Felipe Rincón, hijo de un inspector de la Policía Nacional, murió a los 21 años en un incidente que aún está bajo investigación. La Fiscalía General de la Nación ha señalado a Andrés Camilo Sotelo como el presunto responsable de los disparos que acabaron con la vida del joven.
En una entrevista exclusiva concedida a Caracol Radio, Andrés Camilo Sotelo declaró su inocencia, afirmando que las pruebas y grabaciones existentes demostrarán que no es culpable. Según sus palabras, “me están tratando de incriminar de algo que no soy responsable”. Sotelo también asegura que el arma involucrada en el incidente era, en realidad, una pistola de balines, la cual ya fue entregada al Cuerpo Técnico de Investigación (CTI).
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El acusado sostiene que no disparó un arma de fuego y que, tras el enfrentamiento, resultó herido por el escolta que reaccionó durante el altercado, que también hirió de gravedad al joven de 21 años. Sotelo, quien será sometido a una cirugía debido a las heridas sufridas, insiste en que no aceptará cargos porque “las entidades están tratando de cambiar todas las evidencias”.
Lo que primero se trató como un caso de intolerancia, dio un giro inesperado al conocerse declaraciones de testigos que cuestionan el comportamiento de Juan Felipe Rincón con menores de edad. Según estas versiones, el joven habría sostenido conversaciones y compartido fotografías de carácter íntimo con dos menores de la zona, incluyendo una niña de 8 años. Además, el día del incidente, Rincón supuestamente tenía una cita con otra menor, de 15 años, en el parque del barrio.
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En medio de este encuentro, familiares de la menor confrontaron al joven por su comportamiento inadecuado con las menores, lo que habría desencadenado la fatal disputa. Las autoridades ahora enfrentan el desafío de esclarecer no solo las circunstancias del asesinato, sino también las denuncias sobre Rincón.
El caso sigue en investigación, mientras la comunidad exige justicia y respuestas claras ante los hechos que mantienen en vilo a la ciudad.