Un 2025 complejo le espera a la salud de los colombianos si no el Gobierno de Gustavo Petro no hace un aumento presupuestal de hasta $5 billones. Así lo advirtió un estudio que presentó la economista Diana Cárdenas, llamado “El financiamiento del sistema de salud: Presupuestos Máximos”, en el que abordó el déficit financiero que afronta el sistema, que tiene al efecto “shu, shu, shu” respirándole en la nuca.
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Según el análisis de Cárdenas —quien fue directora de la Administradora de Recursos de Salud (Adres) y viceministra de Protección Social— para el cierre de 2024 se estima que el déficit de financiación para cubrir los servicios y tecnologías en salud alcance los $3 billones. Por lo cual, el próximo año el aumento en el presupuesto para la salud debería ser del 20 % para poder cubrir ese faltante. Porcentaje que corresponde a una subida de entre $4,8 y $5 billones.
En ese sentido, la exfuncionaria abordó el tema de los Presupuestos Máximos (PM), los cuales, además de tener demorados sus pagos desde 2022, enfrentan dificultades en su distribución y gestión, según el estudio que hizo. Sobre esto, explicó que hace falta una metodología que establezca su valor y la posterior ejecución adecuada, así como advirtió que esta situación genera incertidumbre en toda la cadena del sistema de salud y hace tambalear su sostenibilidad.
Vale recordar que los PM son los recursos que gira el Estado al sector salud para pagar los medicamentos, atenciones y tecnologías que no hacen parte del plan de beneficios en salud (PBS), que son los servicios a los que tienen derecho todos los afiliados al sistema. Así las cosas, lo que está fuera del PBS son las atenciones para los pacientes con enfermedades raras o huérfanas, cuyos cuidados son muy específicos para la enfermedad y que son escasos, por lo cual son más costosos y difíciles de conseguir.
Por esa razón se pagan con plata aparte. Actualmente, el plan de beneficios cubre casi el 91 % de servicios y tecnologías, lo que quiere decir que los PM pagan lo que está en el restante 9 %. Se empezaron a implementar desde marzo de 2020 en el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno de Iván Duque.
Esto quiere decir que de su pago oportuno y suficiente dependen los tratamientos de 89.958 pacientes que padecen enfermedades huérfanas, según datos del Sistema Integrado de Información de la Protección Social (SISPRO). De esa población, el 44 % (39.493) están afiliados a EPS que están intervenidas por el Gobierno.
Ante esto, Diana Cárdenas explicó que “aunque estas enfermedades son poco frecuentes, impactan profundamente la calidad de vida de quienes las padecen y de sus familias”, por lo cual “es fundamental que el Estado implemente estrategias que garanticen el acceso a medicamentos innovadores, asigne los recursos necesarios y fomente la investigación científica”.
Por otro lado, planteó la necesidad de abordar el incremento de servicios complementarios para esos pacientes —por ejemplo, pañales, pañitos y transporte— en comparación con lo que se gasta en medicamentos para ese tipo de enfermedades. Señaló que esos servicios hoy en día representan el 37 % de los PM, pero que aún no se establece quién debe financiar estos costos ni cómo asignarles valor y, además, que no hay referentes de cómo hacerlos más eficientes, lo que repercute en que se generen más gastos al sistema de salud.
Finalmente, el estudio de la exviceministra enfatizó en que para 2025 se debe ajustar el cálculo de los PM para que los recursos alcancen para abordar la demanda real de necesidades y no tener limitaciones que pongan barreras de acceso a atención médica por parte de esos pacientes.
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