El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón señaló este domingo que el departamento acumula más de cuatro meses sin reportar casos de niños menores de cinco años muertos por desnutrición.
De acuerdo con el mandatario seccional, este hito ha sido posible luego de que desde la Gobernación se intensificaran los esfuerzos por identificar y atender a tiempo a los menores y las familias con los problemas más severos en cuanto acceso a alimentos.
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“Desde el pasado 25 de julio a la fecha no tenemos en el departamento ni una sola muerte de niños menores de cinco años por causas asociadas a la desnutrición. Con los recursos del impuesto vehicular implementamos en el segundo semestre un plan de choque con paquetes alimentarios de emergencia”, dijo.
“Fuimos a buscar a los niños hasta los lugares más apartados de Antioquia. Los profesionales y técnicos de la Gobernación llegaron por tierra, aire, ríos, en especial por el Atrato, para entregar alimentos, complementos nutricionales, hacer tamizajes a los niños en riesgo de desnutrición”, expresó Rendón.
El gobernador señaló también que este año se puso a andar el programa Arrullos, una nueva iniciativa liderada desde el despacho de la primera dama que está enfocada en madres gestantes y familias con niños menores de cinco años, con el que también se han logrado focalizar esos esfuerzos.
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Este balance de la Gobernación aparece pocos días después de que la Procuraduría General de la Nación hiciera un llamado a las autoridades de todo el país para combatir el flagelo de la desnutrición, que a nivel nacional ha dejado un saldo de 149 niños menores de edad muertos por no tener con qué comer.
En medio de ese balance, elaborado por ese ente con base en datos del Instituto Nacional de Salud (INS) con corte a la semana epidemiológica 44, Antioquia aparecía como el tercer departamento con más niños fallecidos.
La lista era encabezada por La Guajira con 31 niños, luego Chocó con 28 y en tercer lugar Antioquia con 14.
A nivel subregional, con base en los datos del año pasado (en el que fallecieron 17 niños), uno de los territorios más afectados por esta problemática continúa siendo el Urabá antioqueño, que el año pasado reportó de a dos fallecimientos en Turbo, Vigía del Fuerte y Murindó, y un fallecimiento restante en San Pedro de Urabá.
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En aquel año, otros municipios con casos fueron Cáceres, San Pedro de los Milagros, Frontino, Medellín y Bello.
Según quedó consignado en el Plan Departamental de Desarrollo, para el fin de este cuatrienio la meta de la Gobernación es reducir la prevalencia de inseguridad alimentaria y nutricional del departamento de 37,90 en 2023 a 35,90 para 2027.
De igual forma, se proyecta reducir la prevalencia del riesgo de desnutrición aguda de 7,7 en 2023 a 6,7 en 2027.
En Medellín, otra iniciativa que este año fue lanzada para combatir el hambre, en la que además del gobierno distrital participa el sector privado, se trata de la alianza Medellín Cero Hambre, que se estableció la meta de calmar el hambre de 350.000 personas.