Nueve colombianos, dos ellos aún sin identificar, habrían sido asesinados en una nueva masacre en Ecuador, al parecer, por un ajuste de cuentas entre bandas criminales.
El tranquilo sitio La Victoria, ubicado en la parroquia Barbones del cantón El Guabo, provincia de El Oro, se vio sacudido por una masacre la madrugada del 1 de diciembre de 2024. Los vecinos, acostumbrados a la calma de su comunidad agrícola, fueron despertados a las 05:30 por el ruido de vehículos y, momentos después, el estruendo de disparos que se prolongó por más de diez minutos. Un grupo de hombres armados irrumpió en una vivienda alquilada hace dos semanas, dejando un saldo de nueve personas asesinadas y un cadáver desmembrado encontrado a un kilómetro.
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“Parecía una escena de película. Nos tiramos al piso, no se sabía contra quién era el ataque. Era como fin de año, cuando lanzan fuegos artificiales, pero acá era bala”, relató una vecina al diario Extra que prefirió mantener el anonimato, aún conmocionada por los hechos.
El coronel Pablo Fajardo, jefe subrogante del comando policial de la subzona El Oro, informó que los atacantes utilizaron armas de alto calibre, incluyendo fusiles calibre 5.56 y pistolas de 9 milímetros, dejando más de cien casquillos esparcidos en la escena. Según las autoridades, cinco de las víctimas intentaron escapar hacia las plantaciones bananeras cercanas, pero fueron alcanzadas por los disparos y quedaron tendidas en la vía. Los otros cuatro cuerpos fueron encontrados dentro de la vivienda, sobre colchonetas, donde las víctimas dormían al momento del ataque.
A un kilómetro del sitio, la policía encontró un cadáver desmembrado dentro de un saco de yute, un hallazgo que remite a prácticas similares ocurridas en otros sectores de la provincia. Las autoridades creen que este múltiple asesinato podría estar relacionado con ajustes de cuentas entre bandas delictivas, específicamente células del grupo organizado Los Lobos.
Sin embargo, también se investiga si las víctimas estaban involucradas en actividades ilícitas, lo que habría desencadenado el ataque. “Estamos verificando sus documentos y analizando su estadía en la zona. Al parecer, habían alquilado esta vivienda. Desconocemos sus intenciones al venir aquí”, explicó el coronel Fajardo.
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Las víctimas fueron identificadas como el ecuatoriano Marco Isves Niemes y los colombianos Samuel Cárdenas Cortés, Alejandro Saiz Poveda, Luis Alpala Alpala, Luis Guillermo Banquet Rivero, Diego David Benavides Cifuentes, Yostin Riascos Romero, José Miguel Araujo Buila, Alexander Arroyo y Nepomuceano Ramos Madronero. La precisión y brutalidad del ataque sugieren que fue planificado con antelación. “Este no fue un acto aleatorio. Estas personas fueron cazadas”, afirmó un agente investigador, destacando el nivel de coordinación detrás del crimen.
Los habitantes, conocidos por su dedicación a la agricultura, ahora temen por su seguridad. “Aquí nadie se atreve a hablar. ¿Quién nos asegura que no seremos los próximos?”, comentó un vecino que, como otros, optó por mantenerse en el anonimato. Mientras tanto, las autoridades han prometido intensificar las investigaciones para identificar a los responsables materiales e intelectuales. “No descansaremos hasta que estos criminales estén tras las rejas”, aseguró el coronel Fajardo, quien reiteró el compromiso de la Policía Nacional para devolver la tranquilidad a esta comunidad.