Solamente bastó la primera noche de diciembre para que Antioquia empezara a liderar el balance de quemados con pólvora a nivel nacional.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Salud (INS), el departamento ya tiene 8 casos reportados, que si bien equivalen a un 20% menos en comparación con el mismo periodo del año anterior (cuando se reportaron 10), supera con creces a los demás departamentos y territorios que aparecen en la lista, como Caldas, Cali, Cauca, Córdoba y Norte de Santander, cada uno con un caso.
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De esos ocho casos, precisó en mayor detalle la Gobernación de Antioquia, cinco corresponden a niños y solamente tres a mayores de edad, por fortuna ninguno con una amputación.
Si bien hubo un caso en el Oriente antioqueño, siete correspondieron a municipios del Valle de Aburrá, en donde a pesar de una estrategia conjunta lanzada por las autoridades de los diez municipios de la región en articulación con la Policía, que incluso desplegó un helicóptero y vigiló el cielo con drones, poco pudo incidir para que hacia la medianoche el cielo se llenara de explosiones y una larga nube de pólvora cubriera la ciudad en un cielo despejado.
La violencia también tuvo al límite de sus capacidades a los uniformados, que con un contingente de 1.200 agentes distribuidos por todo el Aburrá, tuvieron que atender más de 3.083 llamadas solamente en Medellín.
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De ese acumulado, 249 correspondieron a riñas y 553 a perturbaciones a la tranquilidad (alto volumen de la música), informó la Secretaría de Seguridad de Medellín. En dichas riñas, se registraron además otros seis lesionados.
En medio de los operativos de registro y control que se desplegaron en la capital antioqueña, la Fuerza Pública logró incautar por lo menos 782 kilos de pólvora que estaban listos para ser comercializados o detonados y logró capturar a por lo menos 13 personas en medio de esas diligencias, una de ellas con un arma de fuego.
Los organismos de socorro también estuvieron bajo máxima presión. Según informó el Dagrd, el Cuerpo de Bomberos de Medellín atendió cuatro incendios, todos con una alta probabilidad de haber sido iniciados por cuenta de globos de mecha o el uso de pólvora.
Una de esas emergencias se produjo en la comuna de El Poblado, en donde una construcción ubicada cerca a la parroquia Padre Marianito se encendió luego de que le cayera un globo encima.
Un restaurante de comida italiana ubicado en el sector de Provenza también se vio afectado por las llamas por la caída de uno de estos artefactos, al igual que una zona boscosa ubicada en inmediaciones del Cerro Pan De Azúcar. En los tres casos, por fortuna no hubo lesionados.
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El cuarto caso correspondió a un incendio estructural que se desató en la Comuna 13, en inmediaciones de la calle 41 con carrera 110, que dejó dos heridos, uno por asfixia por cuenta de los gases emanados durante la conflagración y otro con una herida en una extremidad superior, que obligó a efectuar un traslado a la unidad hospitalaria del 12 de octubre.
En este último caso, aunque una de las hipótesis consistía en un corto circuito, tampoco se descartó el uso de pólvora.
Según informó la Gobernación, de los cuatro lesionados registrados en Medellín, dos corresponden a dos adolescentes de 16 años, uno con una quemadura de segundo grado en el rostro por quemar papeletas y otro con una quemadura de segundo grado en la mano y un miembro superior por voladores.
La tercera víctima se trata de una adolescente de 14 años, que sufrió una quemadura y laceración en su rostro por culpa de un volador.
La cuarta víctima se trató de una joven de 25 años, que mientras manipulaba unos cohetes sufrió una quemadura de primer grado en su mano y su brazo.
En el caso de Envigado la víctima fue también una menor de edad, de 17 años, que tuvo una quemadura de primer grado en el rostro.
En Itagüí, en donde se registraron dos víctimas, ninguna menor edad, la principal lesionada fue una adulta mayor, de 69 años, que sufrió una laceración y una contusión por culpa del estallido de varios voladores. De igual forma, una mujer de 35 años sufrió laceraciones mientras manipulaba totes.
Entre tanto, en el Carmen de Viboral, la víctima fue un adolescente de 16 años que manipulaba totes y tuvo una quemadura en segundo grado en su mano.