Acandí, en el Chocó, se convirtió en el epicentro del primer brote de gripa aviar que ocurre en Colombia en lo que va del 2024. Aunque el virus se registra principalmente en aves, las alertas permanecen encendidas por la posibilidad de su trasmisión a los seres humanos.
Las alarmas fueron encendidas desde este 3 de diciembre por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Después de varias revisiones de vigilancia epidemiológica, encontraron la presencia de la influenza aviar en galpones de Acandí.
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“El Instituto, recibió la notificación de signos compatibles con la enfermedad en un predio de traspatio ubicado en la zona rural de este municipio. De las muestras recolectadas se identificó la presencia de virus de influenza aviar altamente patógena A (H5) – Clado 2.3.4.4b”, señaló el ICA en un comunicado.
El ICA aseguró que en ese municipio del norte del Chocó no hay granjas para la producción industrial de aves y aclaró que la mayoría de galpones que hay allá tienen como único destino el autoconsumo de las comunidades.
“En este momento está activo el Plan de Contingencia para la atención de influenza aviar y se conformó un equipo de atención integrado por epidemiólogos, médicos veterinarios y técnicos pecuarios que se ha concentrado en la Oficina Local de la institución en el municipio de Acandí, para iniciar las acciones de control y erradicación de la situación sanitaria detectada”, señaló Paula Cepeda, gerente encargada del ICA.
En el predio donde se encontró la gripa aviar establecieron cuarentena con el fin de mitigar el riesgo de propagación de la enfermedad hacia otras zonas del departamento o del país.
Desde la Federación Nacional de Avicultores (Fenavi), por su parte, enviaron un parte de tranquilidad a los consumidores y afirmaron que el brote no se registró en una granja comercial.
“De ningún modo se pone en riesgo la producción ni el consumo de huevos y carne de pollo. El trabajo interinstitucional encabezado por el ICA garantiza el cumplimiento de los protocolos establecidos para contener la enfermedad y evitar su propagación”, afirmó Gonzalo Moreno, presidente de Fenavi.
La transmisión de este virus a los humanos ocurre, generalmente, por el contacto directo con aves infectadas o la exposición a superficies y ambientes contaminados con los desechos de animales enfermos.
La tasa de mortalidad por este virus es baja, la mayoría de las personas que han sido contagiadas se recuperan. Los síntomas de esta gripa en humanos, en su forma más leve, pueden ser fiebre, tos y malestar general. Pero también puede derivar en neumonía.
El último registro de gripa aviar había ocurrido hacia finales de 2023, cuando un centenar de aves murieron en la isla de Gorgona.
“Hacemos un llamado a todos los productores y productoras del país a que eviten el contacto con aves enfermas o muertas, a que no adquieran aves de origen desconocido y a que sigan todas las indicaciones que desde el ICA tenemos para ustedes”, añadió Cepeda.Siga leyendo: La contaminación atmosférica se asocia a mayor duración del covid persistente