Luego del incidente en el que fallecieron cuatro militares y por lo menos tres más quedaron heridos en el área rural de Cáceres (Bajo Cauca antioqueño) este jueves, en hechos confusos, las autoridades locales permanecen en alerta ante la posible llegada de desplazados al casco urbano.
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El Ejército anunció la apertura de una investigación acerca de las circunstancias en que fallecieron un capitán, un soboficial y dos soldados, quienes se encontraban realizando un descenso en soga desde un helicóptero.
La versión que entregó inicialmente el secretario de Seguridad de Antioquia, Luis Eduardo Martínez, señalaba que los uniformados habían sido emboscados violentamente y en medio del ataque habían caído a gran altura, falleciendo con el impacto.
Pero a las pocas horas, la Séptima División aseguró que se trató de un accidente en medio de un operativo liderado por la Fuerza de Despliegue contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales, una unidad élite del Ejército.
Mientras que las indagaciones al respecto avanzan, en Cáceres, se activó de inmediato y de manera extraordinaria el Comité de Justicia Transicional (CJT) local con el fin de disponer toda la infraestructura disponible a fin de prevenir la eventual llegada de personas desde las zonas rurales aledañas a donde ocurrió el incidente.
La alcaldesa, Damiana María Monterrosa, informó que en la zona se vive cierta zozobra, pero aún no se ven movimientos de población hacia el casco urbano para huir de las confrontaciones armadas que se viven desde hace más de un año y que se han agudizado en las últimas semanas.
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“Ya le pasamos el reporte a la UARIV (Unidad para la Atención y Reparación a las Víctimas) y estamos pendientes; tenemos todo listo dado el caso de que lleguen familias”, dijo la mandataria local.
Entre los preparativos se encuentran tener a disposición un apartamento para que funcione como albergue, así como la casa de paso de los indígenas, que está habilitada para cualquier posible emergencia, dado que los estudiantes que usualmente la ocupan se encuentran de vacaciones.
Igualmente, está activo el contrato con un operador que suministre alimentos en caso de ser necesario.
La alcaldesa Monterrosa recordó que en el transcurso de este año ha habido varios confinamientos en las veredas que, coincidencialmente, son cercanas al sitio donde ocurrió el incidente del jueves, y sigue vigente una alerta temprana de la Defensoría del Pueblo.
“También, hace cuatro meses tuvimos el desplazamiento masivo de 30 familias desde el alto Baquero, y los atendimos con ayudas humanitarias y acompañamiento psicosocial, haciendo además presencia institucional en la zona de manera posterior”, añadió la funcionaria. No obstante, esas personas habrían retornado en su mayoría al territorio.
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En esta parte del Bajo Cauca se vive una feroz disputa territorial entre miembros de las disidencias de las Farc, en alianza con el ELN, contra fuerzas del Clan del Golfo. La confrontación tiene como motivo el dominio sobre las rentas criminales.