Antioquia sigue encabezando el infame listado de los departamentos con más casos de lesiones por pólvora en temporada decembrina. Los últimos casos confirman que la derrota no es solo para las familias de los afectados, sino para toda la ciudadanía.
Con corte a este lunes 9 de diciembre, Antioquia registra 44 casos de lesionados por pólvora, un aumento de casi el 13% respecto a los 39 casos que iban a la misma fecha en 2023.
Los últimos casos registrados durante el domingo de Velitas, según registró la Secretaría de Salud y Protección Social, ocurrieron en Sonsón, donde un hombre de 35 años resultó con quemaduras de segundo grado en la mano, por papeleta. En La Ceja, un menor de 12 años sufrió quemaduras de segundo grado en cuello y tronco, por manipulación de cohetes. Medellín reportó un nuevo caso, esta vez fue un hombre de 26 años con quemaduras de segunda mano por manipulación de voladores.
Pero el caso más crítico ocurrió en Caucasia, donde un menor de cuatro años tuvo quemaduras de segundo grado y daño ocular por un tote que le estalló. Ya este domingo 8 de diciembre Copacabana había anunciado el caso de un menor de un año de edad que resultó con graves daños auditivos por un volador que detonó cerca.
Los 44 lesionados pertenecen a 19 municipios del Departamento: 16 en Medellín, cinco en Guarne, tres en Caucasia, dos en Itagüí, dos en Bello, dos en Marinilla, dos en Segovia, uno en Envigado, uno en Sabaneta, uno en Barbosa, uno en Copacabana, uno en Cañasgordas, uno en El Carmen de Viboral, uno en Zaragoza, uno en Chigorodó, uno en Cisneros, uno en Ebéjico, uno en Sonsón y uno en La Ceja.
Entre los lesionados se encuentran 14 menores, 6 personas que han sufrido daño ocular y tres que han presentado amputaciones, afectaciones que dejan secuelas para toda la vida.
Hay que recordar las veces que sean necesarias que, además de las conocidas secuelas por quemaduras y amputaciones, la pólvora deja otras devastaciones en la salud que incluyen daños hepáticos severos y disfunción cerebral; infecciones severas en los huesos, condición conocida como osteomielitis, y también problemas de coagulación, que ocurren cuando la quemadura desencadena en el cuerpo una falta de producción de una proteína encargada de facilitar que la sangre coagule correctamente, según María Gabriela García, toxicóloga y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.
La inhalación de los componentes de la pólvora, es decir carbón, nitrato de potasio, bario y fósforo blanco puede provocar daños neurológicos graves, como alteraciones cognitivas, problemas de memoria y aprendizaje y hasta ser factor de riesgo para contraer enfermedades degenerativas como el párkinson, según la especialista.