Un incendio avanza rápidamente el martes en Malibú, ciudad del oeste estadounidense cercana a Los Ángeles en la que viven muchas celebridades, amenazando edificios y provocando evacuaciones, informaron las autoridades locales.
Bautizado como “incendio Franklin”, el siniestro estalló el lunes por la noche y se extendió rápidamente en esa urbe del estado de California, incinerando más de 1.100 hectáreas en la localidad que alberga lujosas mansiones de celebridades de Hollywood y millonarios.
De hecho, incendios de grandes proporciones en la misma zona han afectado en el pasado a figuras del entretenimiento como las cantantes Lady Gaga y Miley Cyrus, quienes perdieron sus mansiones en 2018 y 2019, respectivamente.
A pesar del esfuerzo de los 700 bomberos que combaten por aire y por tierra el feroz incendio, las llamas siguen fuera de control, informaron las autoridades.
Unas 18.000 personas y 8.100 edificaciones están bajo amenaza de las llamas, explicó el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, quien instó a la población a obedecer las órdenes de evacuación sin titubeos.
Videos difundidos por medios locales muestran columnas de humo y llamas frente a una biblioteca donde se refugiaron estudiantes con máscaras protectoras.
Y es que las autoridades locales vienen realizando evacuaciones “puerta a puerta”, según informó la ciudad de Malibú.
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Los bomberos dijeron que se ordenó la evacuación de más de 6.000 personas, o más de la mitad de la ciudad. Así mismo, unos 48.000 clientes se quedaron sin energía eléctrica, debido a que la suspensión del servicio es una medida de precaución en medio de incendios de grandes proporciones.
La Universidad Pepperdine, cercana al incendio, anunció el martes que había suspendido las clases y exámenes de ese día.
Todas las escuelas de Malibú, “están cerradas hoy, 10 de diciembre, hasta nuevo aviso”, dijeron las autoridades en la cuenta X de esta ciudad sobre las costas del Pacífico.
Las autoridades de la urbe exhortaron a “los residentes y visitantes a mantenerse alejados de la zona mientras se apaga el incendio, que sigue representando una amenaza importante”.
Las autoridades abrieron dos refugios temporales para evacuados, bloquearon varias carreteras e insisten a los vecinos a evacuar el área de peligro.
Muchas celebridades de Hollywood residen en esta costa, una de las zonas más cotizadas de California.
“Creo que estoy en shock”, dijo el concejal de Malibú, Bruce Silverstein a Los Angeles Times luego de dejar su residencia junto a su esposa.
“Mi casa ha estado muy cerca de incendiarse en las últimas horas”, dijo Silverstein, quien acotó que los bomberos lograron por ahora contener las llamas en las proximidades de su residencia.
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El actor Dick Van Dyke, de 98 años, también desalojó su propiedad junto a su esposa.
“Arlene y yo evacuamos de forma segura con nuestros animales, excepto por Bobo (un gato) que escapó cuando nos íbamos. Rezamos porque esté bien y que nuestra comunidad en Serra Retreat sobreviva este terrible incendio”, escribió el artista en Facebook.
Gran parte del sur del estado está bajo alerta roja emitido por el Servicio Meteorológico estadounidense, con ráfagas de viento y baja humedad que aumentan el riesgo de incendios.
El jefe del departamento de Incendios de Los Ángeles, Anthony Marrone, dijo que “un mínimo número” de casas fueron arrasadas por las llamas, pero aún no tienen un balance.
Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, garantizó recursos para las operaciones e instó a los residentes en la zona de peligro a “permanecer alerta y seguir las instrucciones de evacuación”.
Las autoridades observan que la sequía actual y los llamados “vientos de Santa Ana”, ráfagas fuertes y secas características de California, avivan las brasas y dificultan el combate.
Contribuye también para la propagación rápida de las llamas la cantidad de ramas, hojas y árboles secos en las florestas del área tras dos inviernos con temperaturas excepcionales en el oeste de Estados Unidos.
El cambio climático, exacerbado por la acción humana, es otro factor de peso que ha resultado en la cada vez más frecuente oscilación de fenómenos extremos: incendios más severos y feroces, sequías más intensas y períodos de lluvia más fuertes, entre otros.