Juan Guillermo Monsalve, testigo estelar en el caso contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por fraude procesal y soborno a testigos, continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos en un hospital de Bogotá tras sufrir un infarto este sábado 14 de diciembre. El exparamilitar había presentado un dolor en el pecho y pidió auxilio a los guardas del INPEC, pero estos no respondieron con agilidad y solo ante la llamada de su abogado Miguel Ángel del Río Monsalve pudo ser trasladado de urgencia a un hospital cercano.
En la UCI el pronóstico era reservado, pero EL COLOMBIANO pudo confirmar que se encuentra a esta hora estable aunque todavía en observación. La situación fue grave pues se le tuvo que hacer un cateterismo y la atención fue complicada.
Monsalve es el testigo más importante que tuvo en un primer momento la Corte Suprema de Justicia para adelantar una investigación en contra del expresidente, especialmente por el papel de su abogado, Diego Cadena, quien estuvo visitándolo en varias oportunidades durante el 2012 y 2014 cuando Uribe presentó ante el tribunal una denuncia contra Cepeda por sus labores en las cárceles tomando testimonios de vinculados con el paramilitarismo que declararon contra el exmandatario.
En este momento el caso se encuentra en una compleja coyuntura porque Uribe fue ahora llamado a juicio por la Fiscalía, que recibió el expediente con la renuncia a su fuero de senador. La defensa ha hecho varias estrategias para controvertir a los testigos y ha ganado recursos para permitir hacer contra interrogatorios y exponer otras pruebas que en un principio no iban a ser admitidas.
Monsalve fue pareja de la otra testigo en el caso, quien es la médica Deyanira Gómez y ha expuesto también su conocimiento del caso de Diego Cadena. Gómez colaboró con la Corte junto a Monsalve para grabar varias de los encuentros que el abogado tuvo con el delincuente, quien fue condenado por concierto para delinquir y también estaba siendo investigado por otros delitos. Hasta ahora Monsalve insiste en que estuvo vinculado a grupos paramilitares que supuestamente operaban en una de las fincas del expresidente, pero esto no ha sido probado en juicio.