A 234 ascendería el número de personas desplazadas debido a las dificultades de orden público que se han vivido en las últimas semanas en la zona limítrofe de Antioquia con el sur de Bolívar, según informó la secretaría de Seguridad departamental.
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En esa área se han presentado enfrentamientos entre grupos armados ilegales desde el pasado 30 y 31 de diciembre, específicamente en la zona rural de El Bagre y Segovia.
El secretario de Seguridad departamental, general (r), Luis Eduardo Martínez, informó que la Gobernación de Antioquia está atendiendo en el momento como segundo respondiente -después de las respectivas autoridades municipales- a 42 familias compuestas por 154 personas, procedentes de Bocas de Chicamoque (Segovia).
Estas han estado concentradas durante varios días, en parte en la zona urbana de El Bagre y en el corregimiento de Puerto López, del mismo municipio.
Fuera de eso, de acuerdo con el alto funcionario, hay 80 personas más procedentes de la vereda Socorro Alto (también de El Bagre), las cuales están albergadas en el resguardo Almendros, de la misma población perteneciente al Bajo Cauca antioqueño.
“Estas familias vienen siendo atendidas con todo el tema humanitario por parte de la Gobernación”, reiteró.
Según el general Martínez, habría las condiciones para que las personas retornen a sus territorios, pues desde el 2 de enero pasado hay presencia del Ejército en la parte que le corresponde a Antioquia, igual que en el sur de Bolívar.
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No obstante, hasta ahora, según indicó no se han presentado enfrentamientos entre los integrantes de la Fuerza Pública y los miembros de las agrupaciones irregulares, ni han hallado cadáveres que corroboren algún posible resultado de las confrontaciones que de acuerdo con la población y organismos de derechos humanos, se han efectuado entre ellos.
El funcionario explicó que las confrontaciones se dieron a lo largo de todo el 2024, pues el Clan del Golfo -también autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia, EGC- pretende entrar a un territorio que históricamente ha sido del Eln y ahora este grupo es apoyado en su defensa por las disidencias de las Farc.
“Esta es una dinámica que se viene presentando; durante todo el año pasado la tuvimos”, dijo al mencionar como consecuencia los “constantes desplazamientos, confinamientos y amenazas dentro de esta disputa” que tendría por objeto controlar las rentas criminales y dominar un corredor de movilidad para el transporte de armas y droga.
“El Clan del Golfo quiere ingresar a lo que se conoce como la Serranía de San Lucas. Ese es un territorio por muchos años controlado por los bandidos del Eln, ahora también las Farc están haciendo presencia allí; los unos pelean por no dejar que los otros entren al territorio, entonces decir aquí que con la presencia del Ejército vamos a garantizar que durante todo el año o por el resto de la vida no se presenten confrontaciones armadas, es imposible”, puntualizó el secretario Martínez.
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Vale la pena aclarar que cuando ocurre un desplazamiento forzado por causa del conflicto armado, para que los desterrados vuelvan a sus parcelas es necesario un concepto oficial de seguridad favorable de distintas autoridades, en el marco del Consejo Territorial de Justicia Transicional.
Igualmente, Martínez indicó que una de las dificultades para que la Fuerza Pública logre el dominio de esta área son las conversaciones que tiene el ELN con el gobierno del presidente Gustavo Petro, lo cual los lleva a tener que ser muy “tibios” en su actuar. “Tienen que tener mucho tacto, tienen que ser muy diplomáticos, para no ir de pronto a generar un caos mayor”, puntualizó.
Fuera de los combates, otra dificultad es el minado de los campos y caminos por parte de los grupos armados ilegales, por lo cual los campesinos no pueden ir a trabajar en los sitios de labranza, es decir, que se ven sometidos a pasar hambre.