Mauricio Claver-Carone fue una figura clave para superar la crisis diplomática que sufrían Colombia y Estados Unidos este 26 de enero. El designado por el presidente Donald Trump como encargado del Departamento de Estado para América Latina, fue el interlocutor principal para resolver el impasse entre ambos países. Un dato desapercibido de Claver-Carone es que era el director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) cuando el exalcalde Daniel Quintero fue conminado a no presionar el gobierno corporativo de EPM ni a poner en riesgo a Hidroituango cambiando al consorcio constructor o, de lo contrario, tendría que pagar las deudas con la entidad de manera inmediata, cosa que hizo.
La disputa comenzó el domingo, cuando el Gobierno colombiano devolvió dos aviones con migrantes deportados desde Estados Unidos, lo que desató una serie de represalias por parte de Washington, incluidas sanciones comerciales y la revocación de visas para altos funcionarios colombianos y sus familias.
Sin embargo, pese a los acalorados trinos del presidente Petro, tras intensas negociaciones del cuerpo diplomático colombiano, el conflicto se resolvió el mismo día, cerca de la medianoche, con un anuncio conjunto de la Casa Blanca y la Cancillería colombiana.Le puede interesar: ¿Dónde estaba Petro cuando escribió el trino que desató la hecatombe entre Colombia y EE. UU.?, ¿quién resolvió el “impasse”?
“Quiero resaltar que todo fue con un tono muy comprensivo y amable”, dijo el Embajador Daniel García Peña, quien resaltó que Claver-Carone jugó un papel crucial en las conversaciones. “Ellos estaban reunidos en Washington, y nosotros en permanente contacto con Petro. La relación se mantiene sobre el respeto y la interlocución”.
Un dato desapercibido de Claver-Carone es que era el director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) cuando el exalcalde Daniel Quintero fue conminado a no presionar el gobierno corporativo de EPM ni a poner en riesgo a Hidroituango cambiando al consorcio constructor o, de lo contrario, tendría que pagar las deudas con la entidad de manera inmediata, cosa que hizo.
Mauricio Claver-Carone no es un desconocido para la región pues tiene una trayectoria conocida. Nacido en Miami, Florida, en 1975, es hijo de un padre español y una madre cubana. Con una maestría en Derecho Internacional de la Universidad de Georgetown, su carrera ha sido una constante ascensión en los círculos de poder en Washington.
Durante el primer mandato de Trump, Claver-Carone fue nombrado asistente especial del presidente y director de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional. Puestos desde donde lideró una campaña de máxima presión contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, respaldando públicamente al opositor Juan Guaidó quien para ese entonces era llamado presidente interino.
Luego, en 2020, Trump promovió a Claver-Carone como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), convirtiéndolo en el primer norteamericano en ocupar este puesto.
Claver-Carone ha sido un duro crítico contra los regímenes autoritarios, especialmente frente a Venezuela. Pero también ha procurado fomentar las relaciones entre EE. UU. y América Latina, así lo demostró al mediar entre las exigencias de Trump y el gobierno de Gustavo Petro. Según García Peña, su intervención fue fundamental para evitar una escalada mayor en las tensiones diplomáticas.
Las consecuencias de la disputa eran graves, Trump había anunciado inicialmente la imposición de aranceles del 25 %, que aumentarían al 50 % en una semana, sobre los productos colombianos exportados a Estados Unidos, medida que amenazaba con golpear fuertemente la economía en sectores clave como el café, el petróleo, las flores y los textiles. Además, Trump ordenó la revocación inmediata de visas para funcionarios colombianos y sus familias, lo que aumentó la presión sobre el gobierno de Petro.Conozca: Trámite de visas: las citas estarán suspendidas hasta que Colombia cumpla con el acuerdo migratorio de Estados Unidos
Sin embargo, el diálogo que se entabló en horas de la noche del domingo entre el canciller Murillo, el embajador García Peña y la canciller entrante Laura Sarabia, con Claver-Carone, permitió llegar a un acuerdo: Colombia aceptaría las condiciones de deportación impuestas por Estados Unidos a cambio de la suspensión de las sanciones comerciales.
A los funcionarios les tocó agachar cabeza y buscar una solución dialogada que no se estaba logrando a través de los trinos del presidente Petro. Ellos afirman que constantemente estuvieron en contacto con el mandatario; sin embargo, este nunca se pronunció y el acuerdo pactado se ve bastante opuesto a la posición que él había plasmado en redes.
Aunque la crisis parece haber sido superada, las relaciones entre Colombia y Estados Unidos enfrentan un panorama incierto, especialmente tras la salida anticipada del embajador encargado Francisco Palmieri.
El anuncio de que hay posibles reemplazos para el cargo diplomático en Colombia añade incertidumbre a la situación. Por un lado, está el abogado y exdetective Dan Newlin, un importante donante de la campaña de Trump, pero que carece de experiencia diplomática, lo que podría complicar aún más la dinámica entre Bogotá y Washington. Mientras que, por otra parte, está John McNamara, actual cónsul general de Estados Unidos en Curazao, quien tiene relaciones estrechas con el Departamento de Estado.
Por ahora, lo cierto es que Colombia está en la mira del mundo, especialmente de Estados Unidos, quien se valió de la situación para mostrar como serían las relaciones de aquellos gobiernos que no cooperen con sus políticas.Siga leyendo: ¿Qué visas se afectarán desde el lunes con la decisión del Gobierno de Estados Unidos? Ojo a lo que se espera