Laura Sarabia, a los 30 años, llegó a su cuarto cargo de alto nivel en el Gobierno. La funcionaria escudera del presidente Gustavo Petro es la persona que más poder ha aglomerado en su paso por la administración en diferentes instituciones. Fue jefe de gabinete, directora del Departamento de Prosperidad Social, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, y ahora canciller del país. Y con ese récord aún hay muchos críticos que se preguntan por qué. El presidente la posesionó junto al ministro de Hacienda, Diego Guevara, en una ceremonia en la Casa de Nariño, en la que volvió a referirse con énfasis a la política de migración del presidente Donald Trump y a la crisis diplomática que se desató el domingo pasado tras su trino en la madrugada, rechazando el aterrizaje de un vuelo militar estadounidense con alrededor de 200 deportados que estaban en los centros de detención tras cruzar la frontera.Le puede interesar: Pese a Petro: así fue como se arregló el lío con EE. UU. en el que Donald Trump terminó ganando
Los comentarios del presidente no fueron amables como tampoco lo fueron los de Trump, que habló en Washington y volvió a referirse a Colombia. “Eran narcotraficantes, asesinos y violadores”, insistió Trump sobre los deportados, pese a que está claro que no lo son y no tenían antecedentes penales ni en Colombia ni en Estados Unidos. Esto anticipa una relación confrontacional que ya está marcada y que va a hacer que la confianza histórica entre ambos países se debilite y afecte los objetivos en común.
”El desastre que va a acontecer es similar al de 1933 pero se suponía que el mundo ya había aprendido”, dijo Petro por su parte, en una clara referencia a la política de migración de Trump con una comparación frente al nazismo en Europa. Esa referencia es exagerada porque deja por fuera que el primer gobierno de Trump fue categórico en su soporte a Israel y, de hecho, el presidente tendrá como primer invitado en visita de Estado al primer ministro, Benjamin Netanyahu, en Washington.
El magnate ha demostrado una ayuda irrestricta a Israel en su lucha contra el grupo terrorista Hamás que además, prometió, se verá materializada en más recursos y más ayuda militar en caso de necesitarse. Luego, desde la ciencia política no podría compararse a Trump con el nazismo, cuyas víctimas fueron preponderantemente millones de ciudadanos judíos perseguidos por el hecho de ser judíos. Pero Trump sí está generalizando a los migrantes como criminales y eso crea un efecto de discriminación y rechazo, cuando las cifras dicen que la mayoría de los migrantes irregulares sí son trabajadores informales y que cruzaron la frontera de manera ilegal o se quedaron luego del tiempo permitido para turismo, pero no son capos de la droga, violadores o asesinos, como lo ha dicho Trump dos veces en la coyuntura con Colombia.
Sarabia es profesional en relaciones internacionales y estudios políticos y tiene una maestría en Marketing Político de la Universidad Externado. En su experiencia en el Gobierno Petro ha demostrado ser mucho más pragmática que el propio Petro y es normalmente quien el presidente delega para apagar los incendios que causa en X, plataforma de la que además dijo que se iría porque le pertenece a Elon Musk. Eso fue lo que pasó con la crisis histórica desatada este domingo.
Luego del trino de Petro y la respuesta de Trump con las medidas arancelarias, la cancelación de la Sección de visas de la Embajada -que todavía se mantiene- y las sanciones a las plataformas económicas, Sarabia llamó a varios expresidentes, entre ellos Uribe, y logró tender un puente con Marco Rubio y Mauricio Claver Carone bajo las instrucciones del excanciller Luis Gilberto Murillo.
Su primer reto será enorme, porque, de acuerdo con el profesor Camilo González de la Universidad Javeriana, este primer quiebre marca el camino de lo que serán las relaciones entre Estados Unidos y Colombia, mientras que termina el año y medio de la administración Petro. Seguramente habrá más recortes y menos atención al país. En su cuarto cargo, y aun con varias indagaciones judiciales a cuestas, la canciller tendrá que demostrar si puede resolverle otro problema al presidente, que puede pasarle la factura más costosa a su Gobierno y a su proyecto político.Siga leyendo: ¿Se va de X? Petro asegura que le “toca cambiar de red” social porque es de Elon Musk