El puente llevaba décadas ahí puesto y por él pasaban a diario personas, carros, motos y bultos de cosechas. Era el paso obligado para ir al pueblo, para acudir a una cita médica, para salir a hacer una vuelta a Medellín y para comunicarse con el mundo que queda más allá del caserío. Pero el puente cayó hace ya ocho días y las casi 50 familias de la vereda El Molino están desesperadas, incomunicadas, viviendo pérdidas con su producción y con la fe puesta en una solución rápida que ellos mismos están dispuestos a dar hoy lunes.
El pasado 25 de enero, después de las 8:00 p. m., una avenida torrencial, en medio de un aguacero que precedió a la temporada de verano, tumbó el puente que comunicaba a El Molino con el casco urbano de Cocorná, en el Oriente antioqueño. Según los reportes oficiales, por lo menos cuatro estructuras similares más tuvieron daños y dejaron intransitable la vía Cocorná-Granada.
“Dos de ellos quedaron destruidos por completo”, informó el alcalde de Cocorná, David Gómez, quien declaró la calamidad pública en el municipio porque la emergencia superó la capacidad de respuesta de la administración. Pero mientras las autoridades locales y departamentales buscan soluciones, los campesinos sufren las consecuencias.
Son al menos 3.500 personas afectadas en total, señaló el secretario de Infraestructura Física de Antioquia, Horacio Gallón. Habitan 13 veredas:El Viadal, Buenos Aires, Chocó, El Molino, Playas, Campo Alegre, Jordán y Los Mangos, en Cocorná;y Los Planes, Las Faldas, Quebradona Abajo, Arenosa y La Selva, de Granada.
No tienen cómo salir
Fredy Vázquez vive en El Molino con su esposa y sus tres hijos, de 6, 12 y 14 años. Cultiva ají, café, plátano, yuca, limón. Vive del campo, como la mayoría de la gente de la zona, y la mujer apoya el sustento del hogar con lo que gana en un taller de confecciones de la vereda. Pero ambas fuentes de ingresos quedaron paralizadas con el colapso del puente que comunicaba con la cabecera municipal, ubicada a unos 30 minutos de la vereda en carro. Ahora, llegar al pueblo les cuesta por lo menos dos horas en vehículo, por trocha.
Fredy cuenta que algunos han aprovechado esa alternativa porque pueden conseguir bestias y cargarlas de bultos, pero es una tarea dispendiosa y riesgosa al tiempo. “No tenemos por dónde salir. Yo, por ejemplo, tenía producción para sacar, pero está represada. Ha tocado repartir lo que menos dura, como el plátano”.
Su situación es la misma que viven otras familias campesinas de su vereda y de las demás afectadas. Hasta hace una semana, Fredy solía sacar el ají los miércoles hasta Cocorná y los fines de semana despachaba los demás productos, algunos de los cuales también son enviados a municipios de la misma región, como El Santuario o Rionegro.
Los niños y niñas de la vereda, entre ellos los tres hijos de Fredy, han estado sin clase porque los profesores no alcanzaron a llegar a la escuelita rural tras el colapso del puente el sábado.
Esa noche, no pasó mucho tiempo para que por medio de grupos de WhatsApp y Facebook las familias que estaban en casa se enteraran de lo ocurrido. A algunos los cogió la emergencia en el sitio, pero no hubo tragedias que lamentar. La noticia se esparció pronto y, hacia las 9:30 p. m., los alcaldes de Cocorná y Granada informaron a la Gobernación de Antioquia que dos puentes cayeron por avenidas torrenciales de las quebradas San Bartolo y La Trinidad. Según el secretario Gallón, otros tres puentes, de La Trinidad hacia abajo, quedaron para repotenciar, una tarea urgente.
Harán un puente de guadua
De la vereda El Molino hacia el puente colapsado hay media hora a pie. Pero allí se trunca el camino para campesinos como la madre de Fredy, que ya canceló una cita médica en Medellín, porque la edad no le permite hacer las dos horas de camino por la trocha alterna.
La autoridad ambiental Cornare, el Dagran, la Secretaría de Infraestructura de Antioquia y las alcaldías de los municipios afectados siguen realizando estudios y buscan soluciones para las comunidades. Entre las opciones de movilidad que contemplan se encuentra la vía Granada-Santana, que sería una solución inicial, según el alcalde de Granada, Gabriel Hoyos. A los lugares afectados se envió maquinaria amarilla para hacer mantenimiento y recuperar la transitabilidad. Y en el sector de los colapsos han escuchado la idea de habilitar un puente militar.
Pero, para los campesinos, el tiempo apremia. Por ello, hoy lunes, contó Fredy, la comunidad de su zona fue convocada para sacar adelante la iniciativa de levantar un puente de guadua. Él mismo tiene experiencia en construcciones de ese tipo y cree que se necesitaría una estructura de unos 10 metros de largo: “Yo llevo toda la herramienta. Lo construimos entre todos. Vamos a ver cómo nos sale”.
La idea es que, de materializarse la idea, las personas puedan llegar hasta el eventual puente de guadua y cruzarlo a pie con sus cargas, para que al otro lado haya vehículos que terminen la movilización hacia el casco urbano:“Yo creo que al final puede soportar los 300, 400 kilos, pero el problema es que al lado de acá tenemos muy poco cimiento. Tenemos que ir a hacer el cemento o algo. Vamos a ver cómo nos funciona”.
Por lo pronto, los habitantes siguen a la expectativa y no han tenido más remedio que pasar como pueden, a gachas, o cargando al hombro a otras personas como los adultos mayores. No es mucho lo que pueden hacer por el momento. En las noches, además, las lluvias persisten.