La “guerra arancelaria”, como llaman algunos a las tensiones generadas entre Estados Unidos y otros países, ahora también genera preocupación dentro de la Unión Europea.
Las noticias de los aranceles, de un 25 % a Canadá y México, y del 10 % a China, han generado alarmas en los mercados y la Unión Europea comienza a tenerlo en su agenda política. Aunque la imposición de aranceles a México se suspendió y se entablaron conversaciones con Canadá, los hechos no pasan desapercibidos.
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El canciller alemán Olaf Scholz aseguró que la Unión Europea responderá con medidas arancelarias si el presidente Donald Trump impone sanciones comerciales contra el bloque comunitario.
“Como el espacio económico más fuerte del mundo, podemos diseñar nuestras propias políticas y reaccionar con medidas arancelarias si es necesario. Esto debemos hacerlo y lo haremos”, afirmó el canciller alemán, desde Bruselas, donde se celebra una cumbre informal de la UE, y dejó claro que el bloque no se quedará de brazos cruzados.
La advertencia, respaldada por líderes como el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro polaco Donald Tusk, da cuenta de que las decisiones de política exterior de Trump no han caído del todo bien en Europa.
Macron fue aún más tajante en su respuesta. “Si somos atacados en temas comerciales, Europa tendrá que hacerse respetar y reaccionar”.
Mientras que el primer ministro polaco criticó la decisión de Washington, calificando las tensiones comerciales de “innecesarias y estúpidas”.
Los anuncios son de especial preocupación, pues no se trata de cualquier tipo de socios comerciales, si no aquellos con los que está conformada la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Sin embargo, el secretario general del bloque militar, Mark Rutte, minimizó la posibilidad de que estas diferencias afecten la alianza. “Siempre hay problemas entre aliados, pero estoy absolutamente convencido de que no se interpondrán en el camino de la determinación de mantener fuerte nuestra disuasión colectiva”, dijo Rutte desde Bruselas.
Mientras los aranceles dominan la agenda económica, la situación con la Unión Europea tiene un especial foco de tensión: Groenlandia. El Gobierno de Trump ha manifestado su interés en adherir o aumentar la influencia estadounidense en la isla, que es territorio autónomo de Dinamarca.
El primer ministro británico, Keir Starmer, ya se pronunció sobre la situación, también en forma conciliadora, “lo realmente importante son las relaciones comerciales abiertas y fuertes, y esa ha sido la base de mis discusiones con el presidente Trump”, dijo, dejando en entredicho que Reino Unido busca evitar una confrontación abierta con la Casa Blanca, sin embargo, Copenhage ha expresado su total rechazo a cualquier tipo de planteamiento.
La reunión en Bruselas será determinante para definir las respuestas europeas ante la Casa Blanca. La tendrá que ponerse de acuerdo para reaccionar con diplomacia, pero la posibilidad de evitar una escalada de represalias aún está sobre la mesa. El próximo movimiento lo tiene Trump.Siga leyendo: Estados Unidos también suspenderá aranceles a Canadá por 30 días, ¿a qué acuerdo llegaron?