El reciente nombramiento de Mauricio Jaramillo Jassir como vicecanciller de Asuntos Multilaterales tiene dividida a la opinión pública, pues en los últimos años sus comentarios en Twitter van de la admiración a Hugo Chávez hasta la reivindicación de lo que denominó como “primavera palestina” en un mensaje el 7 de octubre de 2023 día en el que murieron civiles inocentes israelíes en un ataque de Hamas.
“El vicecanciller de la República de Colombia será Mauricio Jaramillo Jassir. Descendiente de palestinos. Colombia quiere una humanidad viva que luche por ser libre”, dijo el presidente Gustavo Petro en la red social X.
Jaramillo acompañará a Laura Sarabia en la Cancillería, pero su nombramiento fue impuesto por el propio jefe de Estado. A diferencia de Daniel Ávila, un diplomático de carrera que Sarabia escogió directamente como su mano derecha y será el vicecanciller de Relaciones Exteriores. El nombramiento de Ávila generó polémica en una parte del petrismo, que lo acusa de ser “amigo personal de Iván Duque”.
Ese cargo de vicecanciller lo ocupaba Jorge Rojas quien pasa a dirigir el Departamento Administrativo de la Presidencia. Y el cargo de Jaramillo era ocupado por Kandya Obeso que solo duró cinco meses en esa posición. El profesor Jaramillo era un analista consultado por los medios hasta que pasó a defender al Gobierno Petro e integrar la nómina del Sistema de Medios Públicos (RTVC), bajo la gerencia del polémico Hollman Morris, siendo el presentador del programa matutino “El Calentao” y la franja de “Noches de Opinión”.
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Jaramillo defiende las posiciones del Gobierno en esos programas a pesar de que EL COLOMBIANO reveló, según varias fuentes de la entidad, que se consolidó un modelo de censura a periodistas con base en la agenda de Morris. La polémica por su nombramiento no radica en su conocimiento sino en sus posiciones. Jaramillo es internacionalista, hizo dos maestrías en Francia, una en geopolítica y otra en relaciones internacionales y es doctor en ciencia política de la Universidad de Toulouse. Pero sobre varios temas sensibles de política internacional ha expresado opiniones que generan críticas y halagos.
Por ejemplo, ha defendido la figura de Hugo Chávez, a quien llama “Comandante eterno” y pone fotos del fallecido autoritario con el puño en alto. En 2022, llamó a Nicolás Maduro como “presidente compañero y comandante”.
También le critican que su hermano, Daniel Jaramillo Jassir, sea el viceministro de empleo y pensiones del MinTrabajo, por lo que podría configurarse, dicen sus críticos, un acto de nepotismo con su nombramiento como vicecanciller.
Jaramillo es cercano al expresidente Ernesto Samper y trabajó con él. EL COLOMBIANO conversó con el exjefe de Estado al respecto: “Mauricio trabajó conmigo como asesor en varias oportunidades. Es una persona muy bien formada, tiene conceptos muy claros sobre las relaciones internacionales. Su tema fuerte son los estudios sobre populismo. Tiene respeto entre un sector importante de académicos. Creo que es un buen fichaje porque comparte las líneas básicas de la política exterior del presidente Petro”.Un colega del profesor Jaramillo en la Universidad del Rosario, Andrés Sampayo, quien es doctor en relaciones internacionales, destaca sus cualidades académicas, pero advierte que “enfrentará un gran desafío: adentrarse en la realidad cotidiana y dejar de lado, en cierta medida, la teoría. Para ello, deberá tener paciencia con la ‘burocracia’ del Gobierno”, dice Sampayo a este diario.
Este lunes, en redes sociales, le recordaron al profesor Jaramillo que el 30 de agosto de 2023, le hizo críticas a Sarabia por su falta de experiencia: “La eventual llegada de Laura Sarabia al DPS sería un error. No tiene la experiencia, creo que fue buena funcionaria como jefa de gabinete, pero esta designación no corresponde con los retos del DPS. Es una apuesta torpe e innecesariamente arriesgada”.
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Aunque Sarabia es politóloga y tiene una maestría en comunicación política, está lejos de tener los pergaminos y experiencia de los anteriores ministros de relaciones internacionales, empezando por el más reciente, Luis Gilberto Murillo. El excanciller fue embajador de Colombia en Estados Unidos, excandidato vicepresidencial, exministro de Ambiente y exgobernador del Chocó. Además, es políglota.
Sarabia tiene otras cualidades. La más importante es que la confianza con el presidente Petro. Tanto ella, como sus manos derecha e izquierda (en el sentido literal e ideológico) reciben la Cancillería en un momento crítico por la crisis reciente con el Gobierno Trump en Estados Unidos frente al regreso de migrantes y la amenaza de imposición de aranceles con porcentajes altos.También la relación con Venezuela es otra “papa caliente” que especialmente Jaramillo tendrá que afrontar y quizá, dadas sus posiciones ideológicas, esté interesado en hacerlo.
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Además, el profesor tiene la tarea de reconfigurar el papel de Colombia frente a la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), cuya Presidencia asume Petro en los próximos días. En medio de la crisis con Trump, ese mecanismo canceló una reunión solicitada por el mandatario colombiano.
Eso golpea especialmente a Petro, que desde el principio de su mandato quiso proyectarse como un líder latinoamericano e incluso mundial. Pueda que el profesor Jaramillo lo asesore en ese empeño para intentar conseguirlo, al menos en el vecindario latinoamericano, en el año y medio que le queda en el poder.
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