No todo está dicho para Daneidy Barreras o Epa Colombia. Aunque la Corte Suprema de Justicia, máxima instancia penal del país, confirmó su condena y ordenó su reclusión en un centro carcelario, su defensa, liderada por el abogado Francisco Bernate, buscará alternativas para que pueda cumplir su pena en casa.
El caso sigue generando intensos debates y una controversia que no cesa. Incluso el presidente Gustavo Petro se ha pronunciado públicamente a favor de que Daneidy Barrera cumpla su condena en casa en lugar de la cárcel, aunque su declaración fue criticada por desconocimiento legal.
En este caso, el abogado Francisco Bernate confirmó que en los próximos días acudirá ante un juzgado de ejecución de penas para solicitar la prisión domiciliaria. Su argumento se basa no solo en que Barrera es madre cabeza de hogar, sino también en el impacto económico de su empresa de keratinas y peluquerías, de la cual dependen miles de familias en Colombia, impulsada principalmente por su imagen.
El reconocido jurista afirmó que también solicitará estudiar nuevamente la sentencia proferida en primera instancia ya que en la misma no se ordenaba la cárcel.
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“Estamos preparando todo para que Daneidy logre cumplir su condena en la casa, junto a su hija. Ella ha estado muy triste y afectada por todo, pero confía en que habrá una respuesta favorable pronto. Por el momento, lo primero será acudir ante el juzgado de ejecución de penas. Aquí los debates son en un juzgado de ejecución de penas y medidas de seguridad, ese el debate que hay que dar”, dijo Bernate.
Otros abogados penalistas en el país han hecho sus análisis del caso coincidiendo en que la “pelea” debe darse ante el juzgado que es el único que podría concederle el beneficio.
“Los únicos facultados por la ley para determinar si es madre, cabeza de familia y puede salir de la prisión son los jueces de ejecución de penas, no la ministra de justicia”, afirmó el abogado, Julián Quintana.
El debate se centra en el hecho en que Daneidy aceptó todos los delitos que le imputó la Fiscalía: perturbación al servicio de transporte público, daño en bien ajeno e instigación a delinquir con fines terroristas, este último es justamente el que la mantiene presa pues no contempla ningún beneficio y es eso lo que justamente deberá definir un juez.
“Cometió un delito. Vandalizó estaciones de TransMilenio en medio de una protesta, lo que claramente es reprochable y transgrede las normas de nuestro ordenamiento jurídico. Pero de ahí a considerarla un peligro para la sociedad o tratarla como si fuera una terrorista hay una gran diferencia. De hecho, quitándole el supuesto terrorismo le habría quedado la posibilidad de tener una prisión domiciliaria, puesto que es este delito el que le impide recibir beneficios”, analizó el abogado Iván Cancino.
Añadió que en este caso tanto el juez de primera instancia como la Corte Suprema pudieron “aplicar un enfoque de género, para darle paso a una medida domiciliaria en vez de una intramural”.
Desde la cárcel El Buen Pastor, donde cumple su condena, la empresaria ofreció varias entrevistas en las que pidió ayuda al presidente Gustavo Petro. “Ayúdeme a salir de aquí”, le solicitó públicamente. Su petición llevó al mandatario a pronunciarse en redes sociales, sugiriendo que Barrera podría beneficiarse de una ley que permite a mujeres privadas de la libertad salir diariamente a trabajar.
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Sin embargo, para acogerse a esa ley, las condenadas deben cumplir tres requisitos básicos: ser madres cabeza de familia, haber cometido delitos relacionados con hurto o tráfico de estupefacientes con penas menores a ocho años, y haber delinquido en circunstancias de marginalidad que afectarán la manutención del hogar.
En su caso, los expertos aseguran que Daneidy Barrera, no cumpliría el requisito de haber delinquido en circunstancias de marginalidad.
La influencer no habría actuado bajo condiciones de marginalidad ni por necesidad económica. Además, no podría apelar a su condición de madre cabeza de hogar, pues su pareja sentimental, también mujer, asume el cuidado de su hija menor de edad. Aunque en ello deberá basarse el debate.