En Guatapé comenzaron a tomar medidas para evitar que el turismo masivo arrase con el municipio, un impacto que se siente desde hace varios años luego de que este municipio del Oriente antioqueño se convirtiera en uno de los destinos más apetecidos para extranjeros y nacionales.
Sin embargo, aunque el 92% de sus habitantes dependen de la actividad turística, la falta de regulación de la misma terminó convirtiendo la vida allí en un suplicio insostenible, con problemas de convivencia, de basuras, de escasez de agua y de encarecimiento de vivienda, entre otros.
Por esta razón, desde la Alcaldía de Guatapé decidieron establecer nuevas metas de recaudo que deberán asumir directamente las empresas que se benefician económicamente del turismo que realizan en el municipio.
Según explicó la secretaria de Turismo y Desarrollo Económico, Estefanía Jiménez, las modalidades que dispuso la alcaldía para el cobro de los impuestos se establecieron así: para las empresas que utilizan el municipio de manera ocasional, se les cobrará una tasa de aprovechamiento de uso del suelo; las empresas que tienen toures constantes en Guatapé deberán inscribirse a impuesto de industria y comercial municipal. En cuanto a las empresas oriundas del municipio, la funcionaria señaló que han tenido que avanzar en el cumplimiento de requisitos formales y del estatuto tributario impuesto por el municipio.
Lo que busca la administración de Guatapé es que realmente el municipio goce de unos beneficios económicos y sociales a largo plazo y que la plata no termine en los bolsillos solamente de los privados, mientras que los estragos los pone el territorio y su población. En 2024, según la funcionaria, entraron a las arcas del municipio cerca de $2.600 millones. Pero consideran que las cifras de contribuciones son muy inferiores a lo que produce el turismo en Guatapé. En 2024 entraron 3,7 millones de turistas al municipio, según el centro de monitoreo que montaron, otra deuda que tenía el municipio, pues a pesar de haberse convertido en un destino tan cotizado ni siquiera tenía un sistema de monitoreo de flujo de turistas para tomar decisiones sobre temas de capacidad de carga, planes de desarrollo turísticos, entre otros.
La cantidad de visitantes que actualmente tiene Guatapé, según insistieron desde el municipio, hace que esta actividad sea totalmente insostenible. La capacidad para abastecer servicios está plenamente desbordada. Por lo que el recaudo de los impuestos, de acuerdo con la alcaldía, irán destinados a mejorar la seguridad, la movilidad, el embellecimiento, el ornato y otras acciones de sostenibilidad.
En redes sociales se ofrecen paquetes turísticos a Guatapé que salen desde Medellín por 150 dólares el día por persona; incluye transporte, recorrido en lancha de lujo con dj y entrada a la piedra. Mientras los privados se han llenado los bolsillos aprovechando la popularidad de este municipio, masificado por las redes sociales, el desplazamiento de nativos y el encarecimiento de la vida allí se ha disparado. Guatapé padece un grave problema de abastecimiento de agua que se hizo parte de la cotidianidad de sus habitantes.
Solo en Booking aparecen 138 alojamientos para turistas en Guatapé, un municipio de solo 69 kilómetros cuadrados de los cuales solo uno es urbano. En Airbnb aparecen más de 1.000 alojamientos disponibles. La valoración de la tierra en la última década supera el 12%, más del doble de lo que se han valorizado las propiedades en Bogotá, Medellín, Barranquilla o Cali en los últimos años. En Guatapé no se pueden comprar lotes de menos de 3.300 metros cuadrados. Un terreno de esa extensión a orillas del embalse se vendía hace 10 años a $180 millones de pesos. Hoy se acerca a los $1.000 millones.
Los terrenos que se compran para construir glampings y hoteles de lujo donde una noche de febrero cuesta más de un millón de pesos por pareja y no incluye desayuno, tienen hasta 20.000 metros de extensión que se pagan en millones de dólares. De no tomarse decisiciones drásticas, este sería uno de los primeros municipios en colapsar social y ambientalmente en Colombia por cuenta de la actividad turística.