Con Academia Antioquia le apuestan a formar en ciberseguridad para el mercado tecnológico

Luis Díaz con la Selección ante Brasil.

Leydy Ávila Soto es una mujer de 31 años de edad quien reside en la comuna de Guayabal al sur de Medellín. Ella es una madre cabeza de hogar dotada de gran inteligencia y curiosidad por los temas informáticos y de ciberseguridad por los cuales no oculta su gusto. Leydy también es madre cabeza de hogar y es el sostén de un pequeño de cinco años. Y pese a que ha buscado de manera juiciosa trabajo desde hace dos años, hasta ahora no ha podido encontrar empleo.

El panorama que vive Leydy es el de muchos jóvenes y habitantes de la ciudad que por diferentes circunstancias, pese a ser mentes brillantes, no han encontrado una oportunidad laboral que se ajuste a sus realidades. Sin embargo, a un grupo de ellos la vida les podría cambiar.

Justamente buscando el equilibrio entre brindar formación y empleo a esta población y cubrir la brecha en empleabilidad en tecnología que actualmente hay en el país, se lanzó una nueva fase del proyecto Academia Antioquia –iniciativa que une a empresas tecnológicas como la internacional Indra con las locales Laboratoria y Securio; junto a las universidades EIA, UdeA y el Cesde– con el que se busca transformar vidas por medio de la formación en tecnología.

La iniciativa busca combinar la enseñanza en apartados tecnológicos –en este caso específico en ciberseguridad– para que estos aprendizajes se vuelvan herramientas fundamentales para mejorar las oportunidades laborales de mujeres, madres cabeza de familia, jóvenes que no estudian ni trabajan (también conocidos como NiNis), migrantes, miembros de las comunidades LGTBIQ+, indígenas y afros.

“El hacer la transferencia de conocimiento para el cierre de brechas sociales y el aporte al desarrollo económico de Antioquia son temas que como compañía nos interesan y por eso impulsamos proyectos como este”, dijo José Fernando Quintero, presidente de la empresa tecnológica internacional Indra en Colombia.

El directivo apuntó que en Academia no se busca que participen expertos en temas informáticos. “Lo que queremos es que hagan parte personas del día a día. Solo necesitan tener conceptos básicos de informática para empezar a enfrentar los retos que tenemos dentro de Academia, y que pueden llegar a convertirlos a futuro en analistas o en líderes en otros importantes cargos tecnológicos”, explicó.

La ciberseguridad es el conjunto de medidas tecnológicas que se toman para proteger la información digital así como los dispositivos como cámaras, lectores de códigos y otros elementos industriales de ataques digitales también conocidos como “hackeos”.

“Es importante porque a nivel empresarial, permite la continuidad operativa de los negocios. Todas y cada una de las empresas que hoy manejen sistemas de información deben tener medidas de ciberseguridad porque hay que blindar desde las cámaras de video, hasta los controles de acceso y los sistemas de automatización”, añadió Quintero.

En esta primera cohorte del proyecto Academia ya fueron elegidos los primeros 30 aspirantes de la ciudad que vienen de partes tan diferentes como Belén o Picacho.

Según Iovania Peñaloza Caicedo, gerente de Transformación Cultural de Indra, en Academia se buscan jóvenes que hayan cursado su secundaria y que conozcan de computadores y redes, o que tengan estudios técnicos en sistemas o estudios afines a dicha disciplina.

La directiva apuntó que el programa formativo tendrá una duración de 42 días hábiles, en jornadas de cuatro horas, de lunes a viernes, en las que a los participantes se les brindarán conocimientos en competencias básicas para que puedan trabajar como analistas de ciberseguridad de un primer nivel.

“De la mano de la Universidad EIA, el Cesde y a la Universidad de Antioquia así como de empresas privadas, tendrán clases en habilidades blandas –que denominamos ’cyberpowerskills’– que les enseñarán a insertarse en el mundo laboral. También verán temas de ciberseguridad como el modelo OSI (Open Systems Interconnection) para la interconexión de redes de datos; Tecnología de la Información o TI en las empresas que se refiere al uso de tecnología para gestionar, almacenar, procesar y transmitir datos; Tecnología Operativa u OT (Operational Technology), que son los sistemas de hardware y software que controlan y monitorean procesos y equipos industriales; verán temas de Firewall así como de gestión de identidades y también temas de Inteligencia Artificial aplicada a ciberseguridad. En síntesis, temas que les darán herramientas básicas para trabajar en este campo”, comentó Peñaloza.

Las clases serán en su mayoría virtuales a raíz de que muchos de los alumnos realizan otras actividades como el cuidado de sus hijos en su día a día. Sin embargo por lo menos una vez a la semana una clase en el denominado Centro de Excelencia de Ciberseguridad Industrial ubicado en Ruta N. Este centro es el primero de su clase en América Latina pues en él se conjuga la formación y la transferencia tecnológica, por medio de la participación de empresas públicas y privadas.

“Espero que este curso me ayude mucho a salir adelante. Espero por medio de él pueda por fin trabajar, ojalá en una gran empresa donde pueda ver todas mis habilidades y conocimientos que tengo. Por eso estoy esperando aprender mucho”, detalló Leydy, quien es una de las 30 beneficiarias de la primera cohorte.

Otro de sus compañeros es Steven Pájaro, un joven de Belén quien también comentó que los temas vistos han sido muy pertinentes para su formación con la que espera conseguir su meta de crear su propia empresa en el campo de la ciberseguridad. “A fin de año me pude postular porque una profesora me vio mucha motivación en el tema. En enero me llamaron a entrevistas, y gracias a Dios pasé. Hoy estoy acá con muchas ganas de aprender”, añadió.

“Por eso le estamos metiendo tantas ganas a este curso porque, si uno se esfuerza, entiende las dinámicas”, detalló otra estudiante.

Una de las más emocionadas en la presentación de la cohorte fue la profesora Juanita Duque, quien es fundadora de la empresa de ciberseguridad Secury, ella comentó que las ansias de aprender de los jóvenes la tienen gratamente sorprendida por lo que las clases de cuatro horas se le van en un parpadeo.

“Hacen preguntas muy pertinentes y absorben la información muy rápido, los conceptos los tomaron muy rápido. Acá hay gente con ganas y se les ve la capacidad de aprendizaje. A futuro los veo a todos como buenos analistas”, detalló.

Por su parte, Iván Oviedo Restrepo –director de la Escuela de Nuevas Tecnologías del Cesde– apuntó que el curso tipo diplomado no solo ofrecerá herramientas y competencias para afrontar los primeros pasos de la ciberseguridad sino que será también el inicio de una ruta formativa para esta cohorte que ojalá derive en carreras universitarias.

“Hay mucho potencial en estos jóvenes para que sigan con su educación. Pero también tenemos mucha expectativa por parte de la demanda de la industria para que absorba este talento”, añadió.

Y es que el tema laboral en ciberseguridad en el país arroja datos que ponen a pensar. Según los medios especializados, Colombia es el cuarto país que más ciberataques, como hackeos, recibe. De hecho, en 2024 fueron más de 36.000 millones de intentos de ciberataques los que sufrió el país. De otro lado, en 2025 el Ministerio de las TIC tasó el déficit de técnicos y profesionales del área de la ciberseguridad en Colombia en cerca de 200.000.

Según comentaron desde Academia, se espera juntar otras dos cohortes en Antioquia durante 2025, por lo que a mediados de año se hará una nueva convocatoria. Además se espera también que más compañías del ramo se unan a la iniciativa invirtiendo en ella toda vez que aparte de su formación los alumnos reciben un pequeño apoyo económico que les permite sostenerse en los 42 días y así no declinar su proceso por temas económicos.

Section
ID externos
8b2158fe-e1d3-48be-87e5-3f5d4ce12ca4

Compartir en: