En Concepción, sí, uno de los pueblos más turísticos del departamento y que está a menos de dos horas de Medellín, las autoridades desmantelaron un laboratorio para el procesamiento de cocaína que, presuntamente, pertenecía al Clan del Golfo.
El desmantelamiento fue posible gracias a una operación conjunta entre uniformados del Grupo de Caballería Mecanizado N.° 4 Juan del Corral, de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional, en coordinación con la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional y con apoyo de la Fuerza Aeroespacial Colombiana. Luego de semanas de seguimiento, ubicaron en medio del bosque en la vereda La Trinidad un laboratorio para la producción de clorhidrato de cocaína que, según el hallazgo, producía 280.000 dosis de cocaína al mes.
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El brigadier general Jorge Ricardo Hernández Vargas, comandante de la Cuarta Brigada, señaló que “se hallaron cerca de 93 kilos de clorhidrato de cocaína, 469 galones de clorhidrato de cocaína en proceso, 711 galones de insumos líquidos, 320 insumos sólidos, 8 hornos microondas, 1 marciano y 5 grameras digitales”.
El desmantelamiento del laboratorio, según las autoridades, representa un golpe para las rentas criminales de la subestructura Gener Morales, pues se estima que el laboratorio les generaba $12.000 millones con los cuales financiaban la compra de armamento, explosivos y el reclutamiento para su expansión en el Oriente antioqueño. La droga que allí se procesaba se enviaba al exterior.
El hallazgo no hace más que confirmar la expansión del Clan del Golfo en el Oriente antioqueño basada principalmente en dos actividades criminales: la producción de estupefacientes y la minería ilegal en los ríos de la región. En los últimos seis años han aumentado los hallazgos de laboratorios para procesamiento de cocaína en municipios cada vez más cercanos a Medellín. Históricamente, no solo el Clan del Golfo sino las guerrillas del ELN y las Farc y el Cartel de Medellín habían utilizado los bosques y selvas del Magdalena Medio y del Oriente lejano para instalar sus laboratorios. Sin embargo, el Clan del Golfo ha ido creando una especie de circuito de procesamiento de estupefacientes, pasando por municipios como San Francisco, Cocorná, San Carlos, San Rafael, hasta llegar a los más cercanos al Valle de Aburrá como Guatapé, El Peñol y Concepción.
También la minería ilegal de oro, aunque las autoridades locales han optado por desestimar, sigue aumentando peligrosamente y ahora se encuentra posicionada en las principales cuencas del Oriente, su biodiversidad y hasta la generación de energía, pues los ríos de la región producen el 30% de la energía hidroeléctrica del país.Siga leyendo: Megalaboratorio de drogas en Barbosa: autoridades incautaron más de media tonelada de cocaína