Hasta en la selva están domesticando hipopótamos, ¿qué está haciendo el gobierno Petro frente al problema?

Como si se tratara de un perrito travieso, en un video que circula en redes sociales se escucha a un hombre llamando a Paco, una cría de hipopótamo que se acerca lentamente mientras el hombre lo “reprende” por estar “gamineando” en plena selva del Magdalena Medio y no en la “piscina” que le acondicionaron. El video termina mostrando a un perro interactuando con el hipopótamo mientras este sigue al hombre que promete darle tetero.

La aberrante y preocupante escena demuestra, una vez más, que el tráfico de crías de hipopótamo y su mascotización es un problema real a pesar de que las autoridades, sobre todo el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Ambiente, se han negado a hablar abiertamente del tema, como si eludirlo fuera suficiente solución para enfrentar un problema potencialmente devastador.

Tras conocer el video, David Echeverri, jefe de la Oficina de Biodiversidad de Cornare lanzó una alerta para que la opinión pública tome dimensión de la gravedad del hecho y recordó que la resolución que declaró a los hipopótamos como una especie invasora establece tajantemente la prohibición de tenencia, transporte y manipulación de esta especie.

De manera que, según precisó Echeverri, se trata de un delito y por lo tanto Cornare en conjunto con la Fuerza Pública adelantan actualmente los operativos para dar con los responsables no solo de la domesticación de la cría del video sino en otras zonas donde se tiene información de tráfico y manipulación de hipopótamos, una realidad que fue denunciada hace más de cuatro años por la agencia internacional Mongabay en un caso que suscitó escándalo luego de conocerse la historia de una familia y de menores de edad que convivían y hasta dormían con un hipopótamo, una investigación que se adentró en la dinámica de las personas detrás de este tráfico de especies en el Magdalena Medio.

Pero el problema es todavía mayor. Echeverri recordó que se trata de una especie altamente territorial e impredecible y que bajo ninguna circunstancia es posible su domesticación sin que todas las personas que interactúen con esta terminen exponiendo su vida.

El directivo de Cornare también denunció que han visto un aumento de casos de actividades turísticas en las que promocionan avistamiento de hipopótamos, y le recordó a operadores y otros actores turísticos que la actividad está totalmente prohibida y que se exponen a duras sanciones, al tiempo que arriesgan la vida de las personas que irresponsablemente compren estos paquetes para acercarse a estos animales diseminados en la cuenca del Magdalena Medio.

Precisamente en la misma página desde la cual se difundió el reprochable video, una página de Facebook llamada Centro Turístico Las Angelitas, se promociona abiertamente el avistamiento de hipopótamos. Paradójicamente, los habitantes de Las Angelitas, en Puerto Nare, han sido una de las comunidades más afectadas por la proliferación de hipopótamos. Los testimonios que han recogido los estudios adelantados por Corantioquia, Cornare y el Instituto Humboldt incluyen crudos testimonios de campesinos que relatan haber tenido que cambiar totalmente su vida y su dinámica campesina, prácticamente confinados y obligados a refugiarse en sus casas todos los días antes del anochecer por temor a ser atacados.

Esta situación pone de manifiesto que detrás de las campañas supuestamente animalistas que han buscado deslegitimar la evidencia científica sobre el impacto de esta especie invasora en la biodiversidad colombiana estarían personas, no solo del Magdalena Medio sino también de Medellín y otros lugares con intereses en que la invasión siga avanzando para lucrarse de esto ya sea mediante el tráfico o los llamados avistamientos en planes turísticos, a todas luces una actividad ilegal.

La bióloga Nataly Castilblanco reiteró que el tráfico y mascotización de crías de hipopótamo es una problemática adicional a la misma invasión. “No solo es maltrato animal, implica también un riesgo para las personas que lo cuidan, e incrementa los chances de expansión descontrolada”, expresó.

También recordó que el Ministerio de Ambiente sigue escurriendo el bulto. “No han sido capaces de implementar el control letal, al menos controlen el tráfico de crías y el turismo irresponsable que se genera alrededor de esta especie invasora. Qué negligencia esto”, precisó la experta.

Hay que decir que Susana Muhamad, a pesar de todas las declaraciones que entregó en respaldo a la evidencia científica, no movió realmente un dedo para respaldar dicha evidencia con acciones concretas como la erradicación de esta especie invasora, priorizando la caza de control bajo lineamientos bioéticos. El Ministerio decidió priorizar la esterilización, demostrada como ineficiente para contrarrestar la problemática, si no se acompaña con la eutanasia masiva.

El estudio que adelantaron la Universidad Nacional y el Humboldt sentencian que el tráfico de crías de hipopótamo podría desencadenar que poblaciones de estos animales lleguen hasta el piedemonte amazónico desatando una debacle peor a la que ya tienen en marcha en el Magdalena Medio.

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