Pero el reconocimiento no se queda ahí. Detrás de la marca hay una organización que ha decidido ir más allá de las buenas intenciones y que comprendió que el liderazgo también implica responsabilidad. Por eso, hoy Alquería es la compañía más grande en Colombia certificada –y recertificada– como Empresa B, un sello internacional que valida su impacto positivo en lo social, ambiental y económico.
Este logro no ocurre por casualidad. Es el resultado de una estrategia empresarial construida desde el propósito de nutrir el futuro, transformando sueños en realidades. Desde su cadena de valor hasta sus cuatro causas sociales, Alquería demuestra que es posible ser competitiva y, al mismo tiempo, contribuir al bienestar de las personas.
Pasó de ser una marca enfocada en la leche a convertirse en una compañía de alimentos multimarca y multicategoría que acompaña cada momento del día con productos nutritivos, prácticos y alineados con distintos estilos de vida. Marcas como Del Vecchio y Vitad son parte de este universo que hoy va mucho más allá del refrigerador.
Y más allá de lo que produce, lo que verdaderamente la diferencia es cómo actúa. Alquería promueve el cambio desde lo local: fortaleciendo el campo, impulsando la nutrición, promoviendo la economía circular, apoyando la educación pública y trabajando con sus aliados para generar valor compartido.
Por eso sigue firme en el top of mind de los colombianos. Porque no solo se mantiene en sus mesas, sino también en sus valores. Es una marca que ha buscado ser coherente con sus principios, que no le teme al futuro porque lleva años aportando a su construcción.
*Contenido elaborado con apoyo de Alquería.