San José es considerado uno de los santos más importantes de los creyentes católicos. Se dice que es un modelo de fe, obediencia y paternidad. Se le atribuyen varias virtudes, como la justicia, la prudencia, la templanza y la fortaleza. Así mismo, se le considera el protector de las familias y los trabajadores, por lo que los feligreses acuden a él con súplicas de todo tipo, ya sea por la familia, el trabajo o el hogar. También se implora su intercesión ante las causas difíciles.