Cuando fue capturada la mujer que, según la Fiscalía, integraba una organización criminal dedicada al hurto y secuestro, no aguantó el peso de la justicia y se atacó a llorar. Su rostro se desfiguró mientras las autoridades le explicaban la gravedad de las conductas atribuidas en su contra.La violencia que, de acuerdo con las víctimas, lanzaban los delincuentes, era apenas un difuso recuerdo en la cara de la mujer detenida. La capturada se mostraba tan sola y vulnerable, como las propias víctimas que relataron a la Fiscalía, la forma en que un grupo de delincuentes ofrecían un negocio millonario, pero terminaban secuestradas.“Los elementos materiales probatorios indican que la mujer haría parte de una organización delictiva que ofrecía dólares a menor precio, citaba a los interesados al inmueble de la hoy procesada, ubicado en la vereda La María; y allí los retenían en contra de su voluntad y les hurtaban las pertenencias”, señaló la Fiscalía.Los delincuentes, de acuerdo con la investigación de la Fiscalía, ofrecían millonarias ganancias a personas que estaban interesadas en comprar dólares a bajo costo. Los citaban en ciertos puntos de la ciudad de Bogotá y se ganaban la confianza, los invitaban a otro sitio donde, mediante el uso de armas de fuego, los intimidaban y trasladaban hasta una finca ubicada en el municipio de San Antonio del Tequendama, en Cundinamarca.“Flores Forero fue capturada por funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), en articulación con la Policía Nacional y el Gaula Militar Cundinamarca, en Mesitas (Cundinamarca). Una fiscal de la seccional Cundinamarca le imputó los delitos de secuestro simple y hurto calificado, ambas conductas agravadas. Los cargos no fueron aceptados”, explicó el ente acusador.La mujer ahora capturada, según los investigadores, haría parte de la organización criminal y prestaba la finca donde eran llevadas las víctimas, para mantenerlas privadas de la libertad, secuestradas mientras exigían la entrega de rescates o del dinero que llevaban para el supuesto negocio de compra de dólares.“Por petición de la Fiscalía General de la Nación, un juez penal de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a María Gloria Flores Forero, la propietaria de una finca en San Antonio del Tequendama (Cundinamarca) que era utilizada para mantener personas secuestradas y realizar otras conductas delictivas”, señalaron los investigadores del caso.Gracias al material probatorio que recaudó la Fiscalía, a los testimonios de las víctimas de estos hechos, fue posible lograr la identificación de la dueña de la finca. La misma mujer que terminó llorando mientras las autoridades le recordaban los derechos que le asistían, ahora como captura. Le imputaron cargos y solicitaron al juez una medida de aseguramiento, que tras la gravedad de los hechos se ordenó en un centro carcelario.
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