El primero de marzo, SEMANA reveló cómo poderosos funcionarios de la Casa de Nariño intermediaron en favor de un temido narcotraficante: Geovany Andrés Rojas, alias Araña. Se trata del líder de los Comandos de la Frontera, una de las disidencias de las Farc que opera en el sur del país y que logró tener cercanía con el Gobierno por estar en las negociaciones de la paz total.Pese a que sobre él había una orden de captura con fines de extradición, “Araña recibió un tratamiento VIP, con hospedaje en hoteles en Bogotá y sin ser esposado en el búnker, pese a los graves cargos en su contra por enviar cocaína hacia México mientras hablaba de paz total en Colombia, como quedó claro en la circular roja de la Interpol. Por si fuera poco, este narco puro terminó siendo trasladado, de forma atípica, al Centro de Estudios Superiores de la Policía (Cespo), en donde le asignaron una habitación. En ese complejo tiene asignada su casa fiscal el propio director de la Policía”, reportó SEMANA en su edición de portada.Este medio tuvo acceso a las bitácoras de la Fiscalía, en las cuales quedaba en evidencia cómo Otty Patiño, comisionado para la Paz, y Armando Novoa, jefe negociador del Gobierno con las disidencias de las Farc, intercedieron por alias Araña, primero para impedir su captura y luego para que tuviera el mejor trato posible tras su detención.
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