El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Colombia se desaceleró, luego de cuatro meses consecutivos con una inflación parecida, alrededor del 5,2 %, lo que a su vez llevó al Banco de la República a tomar la decisión de dejar las tasas de interés de referencia estacionadas, sin mover ni un ápice, lo cual, inclusive, causó molestia en el presidente Gustavo Petro, quien es partidario de que el emisor baje de manera más rápida el costo de los créditos.JP Morgan, el banco más grande de los Estados Unidos, estima que Colombia tendrá una desaceleración en el cuarto trimestre de este año, por lo que pronostica un crecimiento de cero para ese período, mientras que anteriormente le apostaba a un 2,5 %. Todo, porque la reducción de la demanda externa, relacionada con la política arancelaria de Donald Trump, tiende a lastrar el crecimiento durante el segundo semestre del año.Al fenómeno geopolítico se suma la dificultad de Colombia de aplicar una política fiscal anticíclica (que sea el Estado el que gaste), dadas las dificultades fiscales que vienen de años anteriores.“La incertidumbre con respecto a la economía mundial se ha disparado y su evolución parece depender de si EE. UU. abre un espacio para las negociaciones o si los aranceles impuestos se mantienen, con posibles represalias que perjudican la demanda mundial aún más que el impacto ya existente”, argumentan.En ese escenario, el JP Morgan estima que un menor crecimiento para Colombia, sumado al comportamiento de la inflación en marzo, “debería facilitar una desinflación más rápida del IPC de los bienes no transables (servicios) durante el segundo semestre del año”.Entre tanto, el IPC de bienes transables sería ligeramente superior al anterior, debido al traspaso del tipo de cambio, dice el Banco JPMorgan. En consecuencia, “se espera que estas fuerzas opuestas prácticamente se compensen entre sí”.Lo que espera el JP Morgan del emisor colombianoCon las señales que está dando la economía colombiana, principalmente las del crecimiento relativamente firme que se observó en el país a principios de año, más el sólido desempeño del mercado laboral y los desafíos fiscales actuales, la expectativa con las tasas es de recorte, pero cauteloso.“Esperamos un recorte cauteloso de 25 puntos básicos, dado el posible traspaso del tipo de cambio a los precios al consumidor. De cara al futuro, los riesgos fiscales seguirán siendo una preocupación, con alta probabilidad de intensificarse en un contexto de débil demanda externa, lo que ejercería presión sobre las condiciones financieras y limitaría la capacidad del Banco de la República para impulsar la tasa de política monetaria hacia un nivel expansivo".
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