Después de un año de racionamiento de agua, con cortes del servicio cada 10 días por 24 horas, queda una experiencia que seguramente será inolvidable para millones de ciudadanos en la capital del país.Pese a que en muchas ocasiones se pensó en el fracaso de la medida, porque no se reducía el consumo mientras los embalses no alcanzaban el nivel necesario, finalmente fue como dejar de llenar 18.625 piscinas olímpicas (46 millones de metros cúbicos), según las cuentas del concejal Jesús David Araque.La gerente del Acueducto, Natasha Avendaño, contó los pormenores de un año complejo, que ojalá no se vuelva a repetir.SEMANA: ¿Cuál es la mayor lección que deja el año de racionamiento aplicado en Bogotá?.Natasha Avendaño: Aunque este tipo de situaciones deja múltiples aprendizajes, la mayor lección que recogemos desde la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) es que esta crisis se superó tomando decisiones técnicas, definiendo objetivos claros, contando con el apoyo de los ciudadanos y apartándose de presiones políticas. Sin estos ingredientes hubiese sido muy difícil poder llegar a tomar decisiones responsables y garantizar la recuperación de los embalses del sistema Chingaza. Otro aprendizaje importante fue la necesidad de incluir en la gestión de la Empresa campañas permanentes de consumo responsable de agua.SEMANA: ¿Qué fue lo más complejo que tuvieron que enfrentar en este año?N.A.: Claramente hubo dos momentos críticos en este año y estuvieron relacionados con la ausencia de lluvias. El primero, al inicio del mes de abril de 2024, cuando las lluvias no llegaron con las intensidades esperadas, y el segundo en los meses de julio, agosto y septiembre, cuando el año hidrológico había comenzado y se esperaban las máximas afluencias en el sistema que tampoco llegaron, en ese trimestre solo llegó el 46 % del promedio histórico.SEMANA: Finalmente, ¿cuál es la cifra de ahorro en metros cúbicos que tuvo la ciudad, tras la aplicación de la medida?N.A.: Al finalizar el turno 9 del ciclo 34, último día de restricción, logramos ahorrar 46.891.354 m3, para una disminución de consumo promedio de la ciudad de 8,41%.SEMANA: ¿Hubo algún efecto en los ingresos de la empresa por cuenta de la restricción en la prestación del servicio? Esto teniendo en cuenta que muchos usuarios reclamaban que ahorraban, pero no les bajaba el costo.N.A.: Durante la época de racionamiento los ingresos se redujeron en aproximadamente 80.000 millones de pesos.SEMANA: ¿Qué se requiere para que este retorno a la normalidad sea duradero y la ciudad no tenga que volverse a enfrentar a otro racionamiento en algún eventual fenómeno climático agresivo?N.A.: Los cálculos realizados para levantar la restricción, se hicieron garantizando que podemos llegar con niveles adecuados en los embalses de sistema Chingaza al mes de abril de 2026, para esto necesitamos estar muy vigilantes del comportamiento de las lluvias para tomar las medidas operativas en los sistemas de manera adecuada, seguir avanzando en otras líneas como la disminución de pérdidas técnicas, el reuso del agua y principalmente conservar y mejorar los programas de uso responsable de agua por parte de la ciudadanía.SEMANA: ¿Qué soluciones estructurales se implementaron para reducir el riesgo de nuevos racionamientos?N.A.: Aun cuando existen varios frentes de acción, las principales soluciones estructurales ya implementadas corresponden a la optimización de la planta TIBITOC y al aumento de caudales concesionados para Río Blanco en el Sistema Chingaza, así como el trámite de aumento de concesión que se adelanta ante la CAR Cundinamarca en el río Bogotá. No obstante, también se tienen en camino los proyectos de reúso de agua y la gran estrategia de disminución de pérdidas en la que avanza la empresa desde el año pasado.SEMANA: En relación con los ciudadanos, ¿cómo enfrentarán el alto desperdicio de agua, que en zonas como Soacha llega a niveles del 50 %?N.A.: En el marco del racionamiento, junto al operativo técnico que permitió atender la contingencia, la EAAB avanza con la formulación un plan maestro para la reducción de pérdidas técnicas y comerciales que incluye la detección de fugas y campañas de sensibilización, con el objetivo de aumentar la eficiencia del sistema. Aquí es importante el concurso de la ciudadanía con el uso responsable del agua.SEMANA: Desde el acueducto, ¿hay manera de enfrentar una alta demanda del servicio, frente a lo que el presidente llamó “excesiva urbanización de la sabana de Bogotá y la crisis climática”?N.A.: Los estudios realizados por la EAAB, tanto en el marco del Plan Maestro de Abastecimiento que se realizó en la década del 2000, y que se ha venido actualizando periódicamente, así como la última consultoría realizada y entregada en 2023, nos muestran que contamos con todo lo necesario para garantizar el suministro de agua para Bogotá y los municipios de la Sabana atendidos de acuerdo con las proyecciones de crecimiento realizadas. Sin embargo, es muy importante que tanto el gobierno nacional, como las autoridades ambientales aúnen esfuerzos con la EAAB y el Distrito Capital para lograr que los proyectos de expansión que se tienen previstos se materialicen y se hagan realidad.
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