Alba Marina Escobar, la hermana y confidente del capo del narcotráfico, Pablo Escobar, rompió su silencio y en una explosiva entrevista con SEMANA, habló de detalles inéditos en la historia del líder del cartel de Medellín, como la relación que tuvo con Carlos Lehder, la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19, si dineros calientes financiaron la campaña de Belisario Betancur y secretos de las millonarias caletas.Sin embargo, uno de los capítulos más sensibles que tocó Alba Marina Escobar fue la relación con la viuda del capo, Victoria Eugenia Henao, y sus sobrinos, Juan Pablo y Manuela.Para llegar a la relación con la familia del capo, la hermana de Escobar recordó en la entrevista que Pablo Escobar no manejaba dinero en efectivo. “Si miran la historia, cuando murió encontraron unos billetes, pero él no manejaba gruesas sumas de dinero. La plata la tenían los guardaespaldas. Solamente después de Aguas Frías (sector de Medellín), cuando Pablo se voló y se subió a un taxi, y se dio cuenta de que no tenía dinero para pagar la carrera, empezó a guardar algo de plata. En esa oportunidad, tuvo que ir a la casa de un amigo para que le pagara el servicio. Había caletas que tenían dinero, otras, dinamita y unas más, armas”, señaló.Y advirtió que en una de las caletas que visitó sí encontró dinero. “Eran 1.500.000 dólares. Se los mandé a Victoria (la Tata), la esposa de él, y después salieron diciendo que yo me había robado una caleta, yo no sé con cuánta plata. Yo quedé muy maluca y dije: “Juan Pablo –el hijo de Escobar– está diciendo eso, lo escribió, y yo no me quedé con eso”. Pasado el tiempo investigué, llegué al hilo y encontré quién se había robado la caleta. Si Juan Pablo hubiera tenido siquiera la milésima parte de inteligencia de Pablo, se hubiera dado cuenta de quién le había robado. Ellos se ensañaron por la envidia y el odio que me tenían, y yo fui el chivo expiatorio”, así empieza su descripción de lo que piensa de la esposa y los hijos del capo.“Ese millón y pico de dólares se los mandé a ella. Los recibió. Juan Pablo habla de otra plata que se la robaron, eran muchos millones de dólares, según él, porque yo nunca los vi”, aseguró la hermana de Escobar.Sobre la situación financiera de la esposa del capo, señaló que quedó adinerada, “pero ella dice que está aguantando hambre. Yo no sabía que el hambre engordaba”, dijo en tono sarcástico.En torno a sus sobrinos, Juan Pablo y Manuela Escobar, los hijos del capo, advirtió que no tiene ninguna relación actual con ellos. “Ninguna. No los considero mis sobrinos por lo mal que han hablado de Pablo, pese a lo bueno que él fue con ellos. Uno no debe traicionar a las personas que han sido buenas con uno, solamente por escribir un libro y ganarse unos pesos diciendo mentiras”, manifestó.Criticó las declaraciones que han hecho Juan Pablo y Victoria, y hasta Manuela. “Mire lo que escribió Juan Pablo, lo que dice Victoria en las entrevistas, la propia Manuela, quien dijo que ella no se acordaba del papá. Cómo no se va a acordar si tenía 9 años cuando falleció su padre, ella era la luz de los ojos de él, cómo es que le lavaron el cerebro para que dijera cosas que no son”, lamentó la hermana de Pablo Escobar. Y sentenció sobre sus sobrinos: “No me los quiero encontrar jamás en la vida”.Alba Marina asegura que conserva el testamento de Pablo Escobar. “Decía lo que le iba a dejar a Juan Pablo, su hijo, porque Manuela no había nacido. Decía que, si tenía una niña, las joyas y las obras de arte eran para ella. A los hermanos, a mi mamá y a mi papá nos dejaba la cuarta parte de libre disposición, y lo demás para Victoria. Él escribió el testamento porque una vez le dio un dolor de cabeza muy fuerte, me llamó y hablamos. Yo le dije: “Pablo, yo no quiero plata de muerto, deme todo lo que me vaya a dar en vida” (risas). Y él me respondió: “Usted sabe que los mafiosos mueren jóvenes”. Él les mandó copia del testamento a los familiares. Igual, ese testamento no se cumplió”, advirtió.Destacó la relación que guardaba con su hermano, el capo del narcotráfico: “Había mucha confianza con Pablo. Una vez llegó a mi casa y me pidió que le guardara unos documentos: eran las escrituras de la Hacienda Nápoles. Tenía un mueble con muchos cajones, los desocupé y no me cabían las escrituras. Después me las pidió. Nápoles estaba a nombre de él y otra parte a nombre de Gustavo Gaviria”.Y agregó: “Yo tenía el penthouse de soltero de él, me lo había regalado y se lo entregué a Victoria, su esposa. No soy ambiciosa, no quiero tener cosas que no son mías. Pablo me lo había regalado, pero ella me lo reclamó y le dije: “Tome, téngalo”. La mayoría de las propiedades de Pablo las cogieron los testaferros, porque a nosotros no nos convenía tener propiedades a nombre nuestro. Algunos las devolvieron, me imagino, a Victoria, a Roberto, pero yo, honestamente, no. Otros se quedaron con ellas”.En una entrevista con SEMANA, hace unos años, la esposa del capo dijo: “El hecho de estar viva es un milagro, debido a que cada momento que ha vivido ha sido al límite. Realmente, durante más de una década, nosotros fuimos rehenes del Estado colombiano, rehenes de los enemigos de Pablo Escobar y rehenes del mismo Pablo Escobar. Yo misma no sabía que había vivido tanta violencia de género”.Señaló en su momento que pasó por un trabajo de muchos años con un equipo de psicólogos y neurocientíficos especialistas en estrés postraumático. “Así pude entender que yo me había casado con un psicópata y que había vivido diferentes violencias. Viví en una cultura paisa machista”, puntualizó.Por su parte, hace casi una década, en el lanzamiento de un libro sobre su padre, Juan Pablo Escobar manifestó: “El lector se sorprenderá con el contenido de los primeros capítulos del libro porque revelo por primera vez el profundo conflicto que hemos vivido con mis parientes paternos. Son 21 años de desencuentros que me han llevado a concluir que en la muerte de mi padre varios de ellos contribuyeron activamente”.
Section
Medio
Escrito por