César Jiménez Flechas

Arnubio Triana Mahecha, alias Botalón, fue cabecilla de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio y lo condenaron por graves delitos mientras estuvo al frente de esa organización criminal. Gracias a la ley de justicia y paz, se desmovilizó, pero no cumplió con el primer mandamiento de esta justicia transicional: no delinquir.“El que es, no deja de ser”. Alias Botalón confirmó a lo que popularmente se sentencia cuando un delincuente o un infiel, repite su pecado.

Cuando fue capturada la mujer que, según la Fiscalía, integraba una organización criminal dedicada al hurto y secuestro, no aguantó el peso de la justicia y se atacó a llorar. Su rostro se desfiguró mientras las autoridades le explicaban la gravedad de las conductas atribuidas en su contra.La violencia que, de acuerdo con las víctimas, lanzaban los delincuentes, era apenas un difuso recuerdo en la cara de la mujer detenida.

Mientras el presidente, Gustavo Petro, insiste por la dignidad y el buen trato de los colombianos que serán deportados de los Estados Unidos, la mayoría condenados por graves delitos en ese país, a otros colombianos, los militares presos en Haití, los condena como responsables del asesinato del presidente Jovel Möise.Justamente es la razón que llevó a los familiares de esos militares a redactar un documento, que firman todos y con el que hacen responsable al presidente Gustavo Petro de lo que pueda pasarles a los colombianos presos en Haití.

La organización criminal de Los Costeños, que, recientemente, se cambió el nombre por uno políticamente más correcto, que sonara mejor en una eventual mesa de diálogo con el Gobierno Petro, se quedó esperando la promesa de negociación de paz. Sin embargo, su máximo cabecilla, fue abonando el camino para otra negociación.Jorge Eliecer Díaz Collazos, alias Castor, está detenido y su prontuario criminal lo podría mantener en prisión al menos por dos décadas, una razón de sobra para arrodillarse y confesar sus crímenes.

Marelbys Meza, la exniñera de Laura Sarabia, se hizo famosa en Colombia. Pero la fama, en su caso, llegó con amenazas, señalamientos y el temor de terminar en la cárcel. Su humildad no le dio para ser influenciadora y facturar a través de las redes sociales. Por el contrario, la escondieron, la dejaron sin trabajo y viviendo de la caridad de su familia.

Barrancominas es un olvidado municipio en el departamento de Guainía, donde la justicia se dejó al designio divino, no a las autoridades. Fue allí, en el centro del municipio, donde la Fiscalía habilitó un espacio para que los ciudadanos pudieran presentar sus necesidades de justicia.La propia fiscal Luz Adriana Camargo llegó a este apartado municipio para poner en funcionamiento el Centro de Atención de la Fiscalía, orientado a la recepción de denuncias y a la orientación de las víctimas. Advirtió que las dinámicas investigativas no pueden ser iguales en todo el país.

El exfiscal Francisco Barbosa, que no descarta una candidatura presidencial, defendió su gestión en la Fiscalía, tras los reclamos de varios sectores sobre sus actuaciones para enfrentar a los grupos criminales que hoy tienen en jaque al Gobierno nacional.Dijo Barbosa, a través de sus redes sociales, que fue justamente él, al frente de la Fiscalía, quien se encargó de evitar que situaciones, decretos y leyes promovidas por el Gobierno nacional amenazaran la institucionalidad del país o, como ocurre en la actualidad, dejaran en riesgo a la población civil.A los que preguntan sobre que hice e