El 29 de enero de 2023, en un establecimiento de comercio de la ciudad de Barranquilla, fueron asesinadas cuatro personas y siete más resultaron heridas en un ataque armado que quedó en una aterradora escena con un asesino a sangre fría, con armas automáticas, disparando hasta el último cartucho de su proveedor.El asesinó resultó ser un integrante del grupo criminal de Los Costeños, cuyo alias no se compadece con la frialdad de sus actos. Se trata de alias Chipilín, un experimentado y sádico asesino que tenía la misión de fumigar con balas a los clientes de un establecimiento que proyectaba un partido de fútbol.Alias Chipilín cumplió su objetivo. Llegó entrada la noche a este bar y sin decir nada, se lanzó contra los asistentes desarmados y descargó su arma en contra de ellos. Cuatro clientes quedaron en el sitio, acribillados, y otros siete alcanzaron a ser trasladados a un centro asistencial.La Fiscalía inició una investigación y logró establecer que alias Chipilín no era una rueda suelta en un plan asesino. Trabajó por órdenes de los cabecillas de Los Costeños, se estaban cobrando una cuenta y no dudaron en involucrar a quienes nada tenían que ver con su confrontación criminal. Además, no llegó solo.“Ingresó a un establecimiento de comercio del barrio Santuario y disparó en contra de los ocupantes que observaban un partido de fútbol. El otro es Andrés Felipe Pacheco Caicedo, alias El Gato, señalado de realizar las vigilancias previas a las víctimas para indicar el momento preciso en el que debía ejecutarse la acción sicarial”, dijo la Fiscalía.Los dos, alias Chipilín y alias El Gato, fueron capturados por la Fiscalía tras una investigación que permitió establecer la presunta responsabilidad de los dos integrantes de Los Costeños, en la masacre que sacudió a la capital del Atlántico y que anticipó una confrontación criminal entre bandas.“Una fiscal de la Dirección de Apoyo Territorial (DAT) presentó a (alias) Chipilín y El Gato ante un juez de control de garantías y les imputó los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio, concierto para delinquir; y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones”, señaló el ente acusador.La investigación permitió identificar la forma en que se diseñó y ejecutó el plan criminal. Los sicarios fueron identificados y algunos cómplices terminaron por delatar su ubicación. Los capturaron y la Fiscalía pidió una medida de aseguramiento en centro carcelario. El juez de control de garantías entendió el peligro que representan y ordenó enviarlos a una cárcel.“Los investigados no aceptaron los cargos y deberán cumplir medida de aseguramiento en establecimiento carcelario. Por este crimen fue judicializado y permanece privado de la libertad Luis Miguel Cotes Alarcón, alias Chicho. El proceso en su contra avanza en etapa de juicio oral”, dijo la Fiscalía.