La historia que reveló SEMANA y enreda a dos policías de la Metropolitana de Bogotá, con una banda dedicada al hurto, tiene un nuevo capítulo, ahora con los jueces. La jueza, que escuchó la imputación de cargos de la Fiscalía contra los dos uniformados, no dudó en señalar que es una “tristeza” encontrarse con casos como estos, porque esa es la razón que lleva a los ciudadanos a temer cuando ven un policía.La jueza ordenó una medida de aseguramiento contra los dos policías, líderes de una organización criminal, que quedó en un video de seguridad mientras sometían a dos comerciantes en su propio establecimiento para llevarse mercancía avaluada en 1.000 millones de pesos, todos productos de tecnología.Dos policías de Bogotá se meten a una bodega para atracar a comerciantes. El hurto quedó en video y la Fiscalía logró capturar a los uniformados. Un juez envió a la cárcel a los dos policías tras considerar que son un peligro para la sociedad. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/0flDV3KT31— Revista Semana (@RevistaSemana) November 18, 2024“Créame que da mucha tristeza, desesperanza, cuando se encuentra a uniformados involucrados en actos delictivos, por ejemplo los señores Edison Ramírez Silva e Iván Daniel Ricaurte Montoya. Se supone [que] la comunidad se ampara cuando se encuentra en peligro o amenazados sus bienes, jurídicamente tutelados en la policía”, señaló la jueza.Mientras explicaba por qué resulta necesaria la medida de aseguramiento contra los policías, la jueza advirtió que, como lo manifestó la Fiscalía, la vinculación de uniformados en hechos criminales alimenta la idea de ciudadanos que le temen a la misma Policía cuando son ellos los que deberían garantizar la seguridad de esos ciudadanos.“Resulta que, como lo indicaba el fiscal, infortunadamente, a veces las personas ven un policía y pues tienen temor. Se entiende que a veces hay falsos policías y que de pronto queda imposible por el ciudadano común hacer la distinción entre un verdadero policía, sus uniformes, sus insignias, pero en este caso no sucedió, sino que está acreditado que son funcionarios adscritos a la Policía Nacional”, advirtió la jueza al definir la medida de aseguramiento.La jueza insiste en que actos como estos, donde policías uniformados y con elementos del Estado someten a ciudadanos a hechos criminales, generan más temor y zozobra entre la población, justamente lo que, se supone, debe combatir la fuerza pública: garantizar la seguridad de los ciudadanos en todo el territorio nacional.“Genera no solamente en las víctimas indirectas, miedos, zozobra… se pierde seguridad. Más si nos encontramos con policías que no van a proteger los bienes, eso genera temor en la comunidad, desconfianza. Y eso lo sustentó la Fiscalía: pusieron en estado de indefensión a los empleados de esta bodega, atándole las manos con zunchos plásticos, intimidándolos con armas y amenazándolos de muerte. Pusieron en riesgo la vida, integridad”, dijo la jueza.Los dos policías fueron judicializados por la Fiscalía y enviados a la cárcel por orden de la jueza, tras advertir que realmente representan un peligro para la sociedad, que estando en libertad pueden atentar contra la víctima, con otros ciudadanos. Su rol como protectores del orden y la ley se desfiguró con su presunta participación en los atracos.