Los sistemas de salud de alta calidad permiten evitar 2,5 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares, 900 muertes por tuberculosis, un millón de muertes de recién nacidos y la mitad de las muertes maternas cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).Estos indicadores son posibles, en buena medida, gracias a la aplicación del modelo de atención integral de salud definido en Colombia por el Ministerio de Salud como el “conjunto de acciones coordinadas, complementarias y efectivas para garantizar el derecho a la salud (…), que se materializan en atenciones dirigidas a las personas, familias y comunidades para la promoción de la salud, prevención de la enfermedad, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos”.En el país, la Fundación Santa Fe de Bogotá (FSFB) es líder en la adopción de este modelo y el éxito de su aplicación se evidencia en el tratamiento del asma y quemaduras de alta complejidad. El asma afecta a más de 5,2 millones de personas en el país, según el Minsalud y de las quemaduras, aunque no se disponen cifras nacionales oficiales, se sabe de sus impactos negativos en la calidad de vida de miles de personas cada año.Atención integral de pacientes con asmaEn el tratamiento del asma, la aplicación del modelo en la FSFB es vital, teniendo en cuenta que esta enfermedad tiene una prevalencia del 18 por ciento en los niños y del 12 por ciento en los adultos.Según Sonia Restrepo, coordinadora del Departamento de Neumología Pediátrica, el valor agregado del modelo es “en contar con personal idóneo con las capacidades para la atención de esta patología y el número relevante de profesionales concentrados en este campo en la institución, lo que mejora la relación entre el número de pacientes atendidos y los profesionales disponibles”.Actualmente, la institución cuenta con cerca de 40 profesionales en diferentes especialidades que tienen la tarea de atender a los pacientes -entre 400 y 500 adultos activos y entre 170 y 200 niños activos-. El grupo multidisciplinario incluye neumólogos, terapeutas respiratorios, rehabilitadores pulmonares, otorrinolaringólogos, alergólogos, nutricionistas y una psicóloga.Un segundo elemento que robustece la calidad de la atención es la tecnología para diagnóstico y seguimiento de la enfermedad. De acuerdo con Milena García, jefe de la sección de Neumología de la FSFB, “para hacer el monitoreo de la función pulmonar contamos con todas las pruebas de punción pulmonar que están vigentes en el mundo para poder decir si el paciente está en control total de la enfermedad o hace falta ajustes para su medicación”.García remarca la aplicación de un programa de rehabilitación pulmonar en el que se educa al paciente sobre la enfermedad, uso de los inhaladores, el buen manejo de los entornos evitando los alérgenos, la prevención de infecciones y la realización de ejercicios para mejorar su capacidad funcional, entre otras actividades.Producto de la aplicación del modelo de atención integral se evidencian logros en el tratamiento del asma en indicadores como la prevención de hospitalizaciones, el control de síntomas y la calidad de vida. Del total de pacientes atendidos por la FSFB al año, equivalente a 130.000, el 2 por ciento corresponde a pacientes diagnosticados con asma.Técnicas innovadoras para la atención de quemadurasPara el caso de las quemaduras de alta complejidad, la Fundación Santa Fe de Bogotá viene liderando una iniciativa que busca que Colombia, en el mediano plazo, cuente con un repositorio nacional que permitirá el seguimiento estadístico y el control a este tipo de lesiones en el país.Mientras tanto, la institución es hoy epicentro de atención nacional. Según información interna, más del 90 por ciento de los pacientes que recibe son remitidos de otras entidades prestadoras de servicios de salud y 64 por ciento proviene de otras ciudades.Viviana Gómez, líder del Servicios de Quemados, explicó que el modelo de atención integral en salud para los pacientes con quemaduras de alta complejidad de la FSFB “permite una combinación de técnicas innovadoras con un equipo multidisciplinario e interdisciplinario altamente especializado y con protocolos estandarizados que priorizan la atención clínica y la recuperación integral del paciente”. En este proceso interviene un equipo con cerca de 70 profesionales en diversos campos.La tecnología es el segundo factor que robustece la capacidad instalada de la institución para la atención y control de los pacientes. En cuidados intensivos destaca la capnografía subcutánea, el índice biespectral (BIS), calorimetría directa e indirecta, espectroscopía infrarroja, y en cirugía para el caso del desbridamiento (remoción de los tejidos muertos) se tienen los dermatomos eléctricos, el dispositivo de escisión asistida por hidrocirugía, entre otros.Desde diciembre 2017, cuando entró en actividad este servicio de quemados, la Fundación ha atendido más de 1.000 pacientes y en lo corrido del presente año van 198 pacientes, de los cuales 168 son adultos y 38 niños. Por tipo de quemaduras, el 74 por ciento de los pacientes ha sufrido las térmicas (líquidos hirvientes o elementos sólidos calientes), 15 por ciento las eléctricas y 9 por ciento las químicas. En menor proporción se encuentran los que han sufrido las de fricción y radiación.A la hora de evaluar el éxito de la aplicación del modelo, la institución utiliza estándares internacionales. Para la variable de mortalidad estandarizada se emplea el ABSI para adultos y el BAUX para niños, ambos con notables resultados. La especialista destacó que para 2023, en la FSFB se esperaban 5 desenlaces fatales en niños, pero se produjo solo uno; mientras que en 2024 se esperaba un desenlace fatal, pero no ocurrió ninguno. En cuanto a los adultos, en 2023 se esperaban 15 muertes y se produjeron 6; este año, la expectativa eran 7, pero no ha ocurrido ninguna.*Contenido elaborado con el apoyo de la Fundación Santa Fe de Bogotá.