Marelbys Meza, una humilde empleada doméstica que se hizo conocida por los tratos injustos a los que fue sometida cuando se le acusó de ser culpable de un robo en el apartamento de la mano derecha del presidente Gustavo Petro y actual directora del Dapre, Laura Sarabia, volvió a contar su historia en SEMANA y reveló más secretos.La mujer, además de asegurar que Laura Sarabia fue la responsable de dar la orden de la prueba del polígrafo a la que fue sometida en un edificio contiguo al Palacio de Nariño y de la interceptaciones a su teléfono, también contó sobre cómo fue su relación con el actual embajador ante la FAO, Armando Benedetti.En especial, narró cómo terminó viajando a Caracas, a la residencia del embajador, en medio del escándalo que ya sacudía al gobierno por cuenta del abuso de poder del que ella había sido víctima. Marelbys narra que recibió la llamada de Armando Benedetti para que se fuera a trabajar con él. Ella, quien había laborado durante siete años con el entonces embajador en Venezuela y asegura tenerle un gran cariño a la familia, no lo dudó.“Entonces él me dice: ‘¿Quiere ir a trabajar conmigo nuevamente?’. Como no tenía inconveniente de nada, le dije que sí. Él me respondió: ‘Le pago tanto’. Era un poco más de lo que estaba ganando. Pasó el tiempo y dije: ‘Eso, de pronto, era mamadera de gallo’. Pero ya después me pasó a la secretaria, quien me afirmó: ‘Aliste el pasaporte y los papeles para hacer el tema de los tiquetes’”, contó de cuando fue a Venezuela para encontrarse con Benedetti.La revelación que hizo Marelbys fue que una vez llegó a Barranquilla para viajar a territorio venezolano, le sorprendió la avioneta donde viajaría desde Bogotá a la costa caribe para luego ir a Caracas.“Era la avioneta en donde trasladaban al presidente cuando estaba en campaña, pero era alquilada. Es que se ponen a inventar cosas que no son. Me la puso don Armando, porque quedé de encontrarme con él en Barranquilla, porque él estaba allá. O sea, imagínense cómo fue ese viaje de Bogotá a Barranquilla sola. La avioneta arranca de Guaymaral hacia Barranquilla. Y allá me encuentro con don Armando y de ahí sí nos vamos hacia Venezuela”, narró en SEMANA.Meza se refiere a la polémica avioneta de la empresa de criptomonedas Daily Cop, la cual fue objeto de polémica por cuenta de que fue usada en la campaña presidencial de Gustavo Petro. Esa era la aeronave en la cual el entonces senador y candidato a presidente se movilizaba por todo el país.Daily Cop había comprado un porcentaje mayoritario de la empresa SADI, que operaba el avión que fue puesto al servicio de la campaña Petro Presidente, como una forma de aporte en especie. Ómar Hernández, uno de fundadores de la firma de criptomonedas, ya ratificó que se reunió con el gerente de la campaña Petro, Ricardo Roa (hoy presidente de Ecopetrol), en el restaurante La Castellana, en el norte de Bogotá, y allí se habló del compromiso de poner la aeronave.A los dueños de Daily Cop se les señaló judicialmente por la estafa de más de 1.200 millones de pesos en el mercado de criptomonedas. Además de que se reporta que el uso de dicho transporte no fue reportado como se debía en las cuentas de la campaña, razón por la cual es uno de los temas que investiga el CNE.Marelbys Meza llegó a la embajada de Colombia en Venezuela y Armando Benedetti en ese mismo avión, ya con Gustavo Petro en la presidencia. El entonces embajador en Caracas, cuando ella ya estaba en suelo venezolano le dijo: “Yo la traje a usted porque Laura me pidió el favor de que me la trajera para acá para que no la denunciara”.Meza contesta que ella se indignó mucho. “¿Eso le dijo ella? Pues me da mucha pena, pero me devuelvo”. “¿Usted cuándo se devuelve?”, me dijo. “Yo tengo una cita la otra semana”, me aseguró. Entonces, le dije: “Me voy con usted”. Benedetti me dijo: “No, mija, quédese acá, mire, allá corre peligro”. Y le dije: “No, señor, porque no debo nada. No tengo por qué esconderme”.Finalmente, a la semana de estar en Caracas, Marelbys Meza se devolvió junto con Armando Benedetti rumbo a Colombia en la misma avioneta.