Las declaraciones que obtuvo la Fiscalía, en la larga investigación contra un grupo de fundaciones, que en Bucaramanga son señaladas de secuestrar, torturar y hasta permitir homicidios, advierte espacios de terror donde los abuelos eran sometidos al maltrato que parecía tan común entre esas paredes.Luego de que dos internos, en una de estas fundaciones, tomaran la aterradora decisión de matar a otro compañero, como forma de salir de estos supuestos centros de rehabilitación, motivó constantes operativos de las autoridades locales.